Varios periodistas amenazados en Cúcuta (Norte de Santander)
Organización:
Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la situación de la prensa en Cúcuta (Departamento Norte de Santander, cerca de la frontera venezolana), donde Cristián Herrera Nariño, del diario La Opinión, ha sufrido presiones en varias ocasiones durante los últimos meses, y donde han recibido amenazas tres periodistas de la emisora local de RCN Radio.
"La situación de la libertad de prensa en Cúcuta se ha degradada netamente desde el comienzo del año", ha manifestado preocupada Reporteros sin Fronteras. "Cuando al alcalde se le ha implicado en las presiones sufridas por Cristián Herrera Nariño, le pedimos que aclare completamente el asunto y proporcione protección al periodista, en el caso de que la solicite", ha subrayado la organización en una carta dirigida al Fiscal General de la Nación, Luis Camilo Osorio. "Igualmente debe efectuarse una investigación en profundidad sobre el origen de las amenazas recibidas por el equipo de RCN Radio".
En una secunda carta, dirigida a Edgardo José Maya Villazón, Procurador General de la Nación encargado de la investigaciones sobre las irregularidades cometidas por funcionarios, Reporteros sin Fronteras ha pedido que se sancione al agente de la DIJIN (policía judicial) que amenazó a Herrera Nariño, y a uno de sus colegas.
La organización ha recordado que Jorge Elías Corredor, de la radio La Voz del Norte, el pasado 22 de abril escapó a un intento de asesinato en Cúcuta. El periodista había criticado en antena a muchas personas, entre ellas al alcalde de la ciudad. Su hijastra murió en el atentado.
El 10 de junio de 2004, Cristian Herrera Nariño, responsable de la sección judicial del diario La Opinión, y su fotógrafo, Carlos Patiño, fueron agredidos mientras tomaban fotos de un presunto narcotraficante, en el transcurso de una operación policial en Cúcuta. Un agente de la DIJIN (policía judicial) agredió violentamente al fotógrafo, al que amenazó con matarle si le sacaba en alguna foto. La misma noche, Cristián Herrara Nariño supo que habían pasado por su domicilio dos hombres en una moto, para advertirle sobre la publicación de las mismas fotos. Afirma que no es la primera vez que los policías le impiden trabajar. Estos le acusan de publicar informaciones que contradicen las cifras oficiales sobre delincuencia.
Entre marzo y abril de 2004, Cristián Herrera Nariño recibió seis llamadas anónimas, de amenazas e insultos, que asegura tienen relación con su trabajo. El 26 de febrero, el periodista publicó un artículo titulado "La delincuencia azota a Cúcuta", en el que trataba sobre el aumento del número de robos de vehículos en la ciudad. El mismo día, en una conferencia de prensa, el alcalde de Cúcuta, Ramiro Suarez Corzo, acusó al periodista de "hacer el juego al terrorismo"; es decir, a las guerrillas de extrema izquierda. El alcalde le recomendó que estuviera sobre aviso. Se querelló contra él, aunque después retiró la denuncia.
Cristián Herrera Nariño está preocupado por las acusaciones del alcalde, que vienen a sumarse a las de un testigo que, en un juicio, señaló que el periodista estaría relacionado con los paramilitares que actúan en Cúcuta. El periodista ha dicho que en efecto había tenido contactos con algunos grupos armados, en el marco de su trabajo. Por otra parte, unos paramilitares le declararon que habían sido contactados por representantes de las autoridades locales, para matarle. En Colombia, los periodistas sospechosos de mantener relaciones con un grupo armado se ven amenazados de muerte por los grupos rivales. Cristián Herrera Nariño se ha visto obligado a cambiar frecuentemente de domicilio. Ahora teme por su vida, y la de su familia.
Por otra parte, el 8 de junio de 2004, tres periodistas de la emisora local de RCN Radio en Cúcuta recibieron unas cartas firmadas por el frente local de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), de cuya autenticidad dudan los investigadores. En esos documentos se señala a Olga Lucía Cotamo, directora de información regional, Angela Echeverri, presentadora, y Fernando Fonseca, periodista y gerente de la emisora, a los que se considera como "objetivos militares" y se dice que tienen que abandonar el país. Las cartas les acusan de participar en "la campaña de desinformación" puesta en marcha por "los organismo de seguridad del Estado". En 1997 y 2002 la radio fue objeto de atentados con explosivos, atribuidos al ELN. Desde entonces continúa recibiendo amenazas por teléfono, por parte de presuntos miembros de ese grupo armado.
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20.01.2016