Dentro de pocas semanas se celebrará en Túnez la segunda fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (SMSI). Todas las miradas estarán puestas en Túnez. Reporteros sin Fronteras hace un severo balance de la situación de la libertad de prensa en Túnez.
Dentro de pocos meses se celebrará en Túnez la segunda fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (SMSI). Todas las miradas estarán puestas en Túnez. La comunicación exterior del Estado tunecino es por tanto una prioridad absoluta, y todos los medios resultan válidos para seducir y controlar a la prensa internacional. Los periodistas extranjeros son bienvenidos en Túnez, con la condición de que se muestren dóciles y obedientes. Y que no hagan demasiadas preguntas. La vigilancia se extiende también a todos aquellos que podrían sentir la tentación de pasar informaciones (opositores, defensores de los derechos humanos, sindicalistas, periodistas independientes, etc.).
En un informe hecho público hoy, Reporteros sin Fronteras, que viajó a Túnez del 2 al 6 de junio pasado, denuncia la formidable máquina de propaganda del gobierno.
Los compromisos del presidente de la República, Zine el-Abidine Ben Alí, en favor de una mayor libertad de prensa, no son más que una cortina de humo. No existe pluralismo informativo y un ciberdisidente se encontrará en la cárcel en el momento en que comience en Túnez el SMSI. Una situación inédita e inexcusable. La liberalización del audiovisual es una mentira, y se sigue utilizando la censura administrativa para impedir la creación de medios de comunicación independientes.
Reporteros sin Fronteras denuncia igualmente el comportamiento de Naciones Unidas. Permitir que organice una cumbre mundial sobre esta cuestión un país que encarcela a la gente porque utiliza Internet, y que censura sitios informativos, rebasa cualquier entendimiento.
Queda todavía una posibilidad de cambiar la situación. Si el Secretario General de Naciones Unidas, y el Secretario General de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT, encargada de la organización de la Cumbre) condenan, unánimemente, la política del gobierno de Ben Alí, es probable que antes de la Cumbre se adopten medidas positivas.