“Desde hace casi cuarenta años, el coronel Gadafi, que fue uno de los primeros en utilizar el terror, priva a su pueblo de las libertades fundamentales. Aunque no es ilegítimo recibir al Jefe del Estado libio, sería indecente que el país de los derechos humanos honre a uno de los mayores predadores del planeta, sin acordase de sus crímenes ni recordarle expresamente sus deberes”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“Desde hace casi cuarenta años, el coronel Gadafi, que fue uno de los primeros en utilizar el terror, priva a su pueblo de las libertades fundamentales. Aunque no es ilegítimo recibir al Jefe del Estado libio, sería indecente que el país de los derechos humanos honre a uno de los mayores predadores del planeta, sin acordase de sus crímenes ni recordarle expresamente sus deberes”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“Esta visita del “Guía supremo” debe ser un buen momento para hablarle de la falta de pluralismo político y mediático en su país, y de enfrentarle a sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. Libia ha ratificado varios tratados -Carta africana de los derechos del hombre y de los pueblos, Pacto internacional de derechos civiles y políticos, etc.-, pero no respeta ninguno de ellos. Criticar al número uno libio es un crimen de lesa majestad que puede llevar a l cárcel a cualquiera de sus compatriotas. El culto a la personalidad está en pleno apogeo. Sus menores actividades ocupan la portada del conjunto de los medios de comunicación. La pretendida “democracia directa” sigue sirviendo de pretexto para impedir la creación de partidos de oposición y medios independientes”, ha añadido la organización.
Desde que, en septiembre de 2003, se levantó definitivamente el embargo, aprobado por Naciones Unidas diez años antes, Libia se ha ido acercando progresivamente a los países occidentales, para relanzar su economía. En cambio, no se ha registrado prácticamente ningún avance en los terrenos político y de los derechos humanos. A lo largo de los últimos años, han detenido o encarcelado a varios periodistas, e incluso en 2005 torturaron a uno de ellos hasta la muerte. Seguimos sin noticias del periodista Abdullah Alí Al-Sanussi Al-Darrat, desaparecido desde... 1973. Tres de los cuatro diarios principales están financiados por la Oficina General de Prensa, un organismo que depende del Ministerio de Información. El cuarto pertenece al Movimiento de los Comités Revolucionarios (MDC), columna vertebral del régimen. La televisión y la radio nacionales también están totalmente controladas por las autoridades, que vigilan para que no se difunda ninguna información embarazosa.