Reporteros sin Fronteras denuncia la benevolencia judicial que, durante los primeros días del mes de septiembre, está evidenciando una nueva serie de agresiones a la prensa en las provincias. La organización recuerda que la lucha contra la impunidad no solo se refiere a los casos de asesinatos.
Reporteros sin Fronteras manifiesta su preocupación ante el recrudecimiento de las actuaciones violentas con los medios de comunicación, constatadas en estos comienzos del mes de septiembre de 2008. La nueva serie de agresiones pone en evidencia la magnanimidad judicial que existe con los agresores, según la organización.
“Una vez más, la persona de un periodista sirve de desahogo a un político enfadado, a unos militantes políticos o sindicales descontentos, a unos cultivadores de coca que ven amenazados sus intereses o a algunos representantes de las fuerzas del orden, que abusan de su poder. La importante proporción de funcionarios o cargos públicos que figura entre los agresores desanima la apertura de diligencias, y ese statu quo parece que está pidiendo la repetición de actuaciones de este tipo. El hecho de que, el pasado 11 de junio, la Corte Suprema de Justicia confirmara la condena a diecisiete y quince años de cárcel de dos militares, reconocidos culpables del asesinato en 1988 de Hugo Bustíos, corresponsal de la revista Caretas, ha representado una muestra seria contra la impunidad. Una muestra que debe repetirse ante la multiplicación de los delitos cometidos con periodistas, que son otras tantas violaciones de la libertad de informar”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS, organización peruana de defensa de la libertad de prensa) y la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), han contabilizado no menos de una decena de actuaciones violentas, que se han ido desgranando al comienzo de este mes de spetiembre.
El 30 de agosto, en Tarapoto (Norte), Felipe Tipián Ramírez y Charles Cubas Ojanama, respectivamente periodista y camarógrafo del canal privado regional TV Tarapoto, fueron agredidos en la entrada de una comisaría por Líster Celis Vela, abogado del Rector de la Universidad de San Martín, Alfredo Quinteros García, a quien en aquel momento estaban deteniendo preventivamente. Sobre él pesan sospechas en torno a las condiciones de la reelección de su sustituto.
El 2 de septiembre, cerca de Ayachuco (Sur), Dante Francisco Espeza, de la emisora regional de radio La Pegajosa, fue amenazado de muerte por teléfono. Ese mismo día había criticado en antena el cultivo ilegal de coca, y el narcotráfico. Su interlocutor le amenazó con asesinarle y le dijo que conoce las andanzas de los miembros de su familia. El periodista ya recibió amenazas parecidas el pasado 9 de julio.
También el 2 de septiembre, en Bagua Grande (Norte), medio centenar de conductores de camiones irrumpieron en la sede del diario Ahora, amenazando con incendiar los locales. Los transportistas acusaban al periódico de denunciar casos de traslado de droga a través de compañías de transporte. Al periodista Percy Uriarte le propinaron unos cuantos golpes.
El 3 de septiembre, en Iquitos (Noreste), unos trabajadores del sector de la sanidad que reclamaban mejores condiciones de trabajo, y se enfrentaban a algunos colegas que estaban en contra de la huelga, dieron una paliza a Walter Macuyama, camarógrafo del Canal 19, Henry Sánchez, del Canal 43, así como a Gustavo Vásquez y Patricia Macedo de Panamericana Televisión.
El 4 de septiembre, en la región de Arequipa (Sur), Filomeno Quispe Flores, director y presentador de la emisora Radio Frecuencia 1000, fue agredido y herido por Justo Mayta Livici, alcalde del distrito de Paucarpata, en el momento en que iba a cubrir una sesión del consejo municipal. El político ya tuvo problemas con el periodista, en el pasado junio, después de que le hiciera una entrevista.