El embajador de Irán en Francia Sayed Sadegh Kharazi ha declarado hoy, a una delegación de Reporteros sin Fronteras, que el cuerpo de la fotógrafa irano-canadiense Zahra Kazemi (foto), fue inhumado en Irán el domingo 13 de julio de 2003, o el lunes 14 de julio de 2003. Por otra parte, el vicepresidente iraní, Mohammad Alí Abtahi, anunció que la periodista murió después de ser golpeada.
El 16 de julio de 2003, a las 11,30 horas, Reporteros sin Fronteras ha sido recibida por el embajador de la República Islámica de Irán en Francia, Seyed Sadegh Kharazi, quien ha confirmado que el cuerpo de la fotógrafa irano-canadiense Zahra Kazemi fue inhumado en Irán, el domingo 13 de julio de 2003 o el lunes 14 de julio de 2003, sin que pudiera precisar el lugar exacto de la inhumación.
Estas declaraciones contradicen las informaciones que ayer, 15 de julio, facilitó el embajador de Irán en Canadá, según las cuales la comisión gubernamental de investigación, formada por el presidente Mohammad Jatamí, había impedido la inhumación del cuerpo hasta el final de la investigación.
"El vicepresidente iraní acaba de anunciar que la periodista murió después de haber sido golpeada. Por tanto, las primeras declaraciones de las autoridades iraníes, que hablaban de hemorragia cerebral, no eran más que mentiras", ha declarado Robert Ménard, secretario general de la organización. "Estamos escandalizados al saber, por el embajador de Irán en Francia, que la periodista habría sido enterrada. ¿Cómo van a seguir la instrucción la Comisión gubernamental de investigación y la justicia iraníes, si no pueden examinar el cuerpo? ¿Cómo creer en la autopsia practicada por las autoridades iraníes, si para empezar han intentado encubriendo las causas reales del deceso?", ha añadido.
Si el entierro de Zahra kazemi se confirma, la organización pide que su cuerpo sea exhumado y repatriado a Canadá, y también que se autorice a acudir al lugar de los hechos a algunos investigadores y médicos forenses canadienses. Dado que la periodista sucumbió a causa de una paliza, se trata de una obligación imperativa, como en cualquier investigación criminal. Reporteros sin Fronteras ha solicitado oficialmente a la embajada la posibilidad de viajar a Irán, para entrevistarse con la madre de Zahra Kazemi, y con las familias de los demás periodistas actualmente encarcelados.
El embajador de Irán en Francia declaró igualmente a la delegación de Reporteros sin Fronteras que unos médicos iraníes practicaron una autopsia, antes del entierro. Los resultados de la autopsia habrían sido comunicados al presidente de a República iraní Mohammad Jatamí y al juez encargado del caso, así como a la comisión gubernamental de investigación, compuesta por los ministros y viceministros de Justicia, Interior, Información y Orientación Islámica (Cultura).
Zahra Kazemi falleció el 11 de julio de 2003. Fue detenida el 23 de junio de 2003, cuando fotografiaba la cárcel de Evine, al norte de Teherán. El 27 de junio fue presentada, en grave estado de salud, a los agentes del Ministerio de Información. Posteriormente, las autoridades informaron a su familia que Zahra Kazemi se encontraba en coma, hospitalizada en el hospital militar de Baghiatollah, en Teherán, a causa de un "ataque cerebral".
En los días posteriores a la detención de la periodista la policía efectuó también un registro en el domicilio de su familia, y se incautó de grandes sumas de dinero, así como de aparatos de fotos. Unos representantes oficiales de Canadá pudieron verla, pero no tuvieron acceso a su historia clínica. La habitación estuvo constantemente vigilada por las fuerzas del orden.
Según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, los Guardianes de Revolución mantienen actualmente detenidos a quince periodistas, en los mismos locales en que fue interrogada Zahra kazemi. La organización, así como las familias de los periodistas, están legítimamente preocupadas por su suerte. En una carta al presidente Mohammad Jatamí, las familias hablan de torturas físicas y psíquicas a sus familiares. La carta se ha publicado el 16 de julio de 2003, en la prensa reformista iraní.
Reporteros sin Fronteras recuerda que, con veintiséis periodistas actualmente encarcelados, Irán es la segunda mayor cárcel del mundo para los periodistas.