RSF pide al Presidente de aclarar el asesinato del trabajador de una emisora de radio

En una carta dirigida a Andrés Pastrana, presidente de la República, Reporteros sin fronteras (RSF) ha expresado su gran preocupación por el asesinato de Juan Carlos Gómez, de la emisora de radio La Voz de Aguachica, en el Departamento de César, atribuido a la Autodefensas unidas de Colombia (AUC). "Deben emplearse todos los medios para aclarar este ruin asesinato", ha declarado Robert Ménard, secretario general de RSF, quien , después de recalcar que el padre del difunto se encuentra hoy amenazado, ha pedido de nuevo al Presidente que aumente los medios asignados al programa de protección de periodistas para garantizar la seguridad de los profesionales de la información. Según las informaciones recogidas por RSF, Juan Carlos Gómez, de La Voz de Aguachica, una emisora de radio de la ciudad de Aguachica situada en el Departamento de César (Noreste), fue secuestrado la noche del 1 de abril por un grupo de individuos armados, en el domicilio de Oscar Guerrero, un amigo suyo que también fue secuestrado. Dos días después, se encontró el cuerpo destripado del periodista en aguas del río Magdalena, cerca del pueblo de Puerto Mosquito. Presentaba signos de tortura y sus manos estaban atadas. El cuerpo de Oscar Guerrero, de18 años, fue descubierto el 5 de abril. El asesinato ha sido imputado a los paramilitares de les AUC. Sin embargo, los móviles del asesinato siguen siendo oscuros. Según la Sociedad Interamericana de Prensa, la intención de los individuos armados fue secuestrar a Oscar Guerrero, y se llevaron también a Juan Carlos porque intentaba impedirlo. Otros suponen que el asesinato sería un acto de represalia porque Juan Carlos Gómez, en su último programa, leyó un mensaje de condolencia de Horacio Serpa, candidato del Partido liberal a la elección presidencial del próximo 26 de mayo, con motivo de la muerte de una figura local del Partido liberal. En su edición del 6 de abril, el diario El Tiempo relata que, en Aguachica, los paramilitares amenazan de muerte a quienes hacen campaña a favor de cualquier otra persona que no sea Alvaro Uribe, candidato independiente que actualmente encabeza los sondeos. No obstante, Fredy Alfonso Carvajalino, responsable de información de La Voz de Aguachica, declaró a RSF que Juan Carlos Gómez no tenía acceso a los micrófonos de la emisora porque ocupaba un puesto de técnico. Colaboraba en la realización del programa diario, musical e informativo, "Noches Románticas", que se emite de 8 a 10 de la noche en La Voz de Aguachica, una emisora filial de la cadena RCN Radio. Le habían contratado seis semanas antes, por recomendación de su padre, Luis Alejandro Gómez, periodista de la emisora desde hace cerca de treinta años, que ha recibido amenazas de muerte después de haber acusado a las AUC de ser las responsables de la muerte de su hijo. Según un informe publicado en noviembre de 2001 por Reporteros sin fronteras y la organización peruana Instituto Prensa Y Sociedad (IPYS), la libertad de prensa en Colombia es víctima del conflicto que enfrenta a las AUC con las guerrillas de las FARC (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia) y del ELN (Ejército de Liberación Nacional). En los últimos diez años, cerca de cuarenta periodistas han sido asesinados en el país. Sin embargo, RSF recomienda la mayor prudencia a la hora de establecer relaciones entre los asesinatos de periodistas y su trabajo profesional. En 2001, de los trece profesionales de la información muertos, cuatro no trabajaban para un medio de comunicación desde hacía varios meses. La organización considera que sólo en el caso de tres de ellos existen indicios serios que permiten asegurar que fueron asesinados por su trabajo. Los restantes seis casos se siguen investigando. Con una media de cuatro periodistas muertos al año, Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. Para RSF, los jefes de los tres grupos armados, Carlos Castanõ (AUC), Manuel Marulanda (FARC), y Nicolás Rodríguez Bautista (ELN) forman parte de los treinta y siete más peligrosos predadores de la libertad de prensa en el mundo.