Reporteros sin Fronteras y el Observatorio de la Libertad de Prensa en Irak piden la libertad de un camarógrafo de la agencia Associated Press que lleva cinco días detenido
Organización:
Reporteros sin Fronteras y su organización colaboradora en Irak, el Observatorio de la Libertad de Prensa, piden la libertad de Ahmed Nouri, camarógrafo de la agencia de prensa Associated Press (AP), detenido desde el 4 de junio de 2008 en una base norteamericana en Tikrit (a 180 km. al norte de Bagdad).
“El hecho de que se mantenga injustificadamente detenido a Ahmed Nouri es una flagrante violación de las leyes vigentes en Irak. Las autoridades norteamericanas, que tienen detenido al periodista, deben ponerle en libertad si no existe ningún cargo contra él. Condenamos con firmeza los métodos utilizados por las fuerzas del orden para intimidar a los colaboradores de la prensa. Cuando no han transcurrido ni dos meses de la puesta en libertad de Bilal Hussein sería inadmisible que otro trabajador de la agencia AP se encontrara implicado en un nuevo embrollo político judicial sin fin”, han declarado ambas organizaciones.
El 4 de junio de 2008 un contingente mixto de los ejércitos norteamericano e iraquí entró en el domicilio de Ahmed Nouri, en el barrio de Al-Zohour (en el este de Tikrit). Detuvieron al periodista y se incautaron de más de una veintena de grabaciones. Los soldados que le detuvieron informaron a la familia que tenían que interrogar al periodista por “motivos de seguridad”. Según las informaciones recogidas por el Observatorio de la Libertad de Prensa, un antiguo preso iraquí que ha salido recientemente de la cárcel de la base norteamericana de Tikrit ha confirmado la detención del periodista. Ya en 2004 Ahmed Nouri estuvo dos meses encarcelado en Abu Ghraib (suburbio de Bagdad). Después quedó en libertad sin cargos.
Paul Colford, portavoz de Associated Press, ha indicado a Reporteros sin Fronteras que la agencia norteamericana está “investigando el caso”.
El fotógrafo de la agencia AP Bilal Hussein salió en libertad en abril de 2008, tras permanecer 735 días en la cárcel. Fueron necesarios dos años para que las autoridades norteamericanas en Irak aceptaran reconocer que el periodista no representaba una “amenaza para la seguridad”.
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20.01.2016