Reporteros sin Fronteras pide al Secretario de Estado norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, que aporte pruebas de que los ataques, de que fueron víctimas tres periodistas, entre ellos el camarógrafo de Reuters Taras Protsyuk (ver foto), el 8 de abril de 2003, no eran actos deliberados, encaminados a disuadir a los medios de comunicación de cubrir la batalla de Bagdad.
En una carta dirigida al Secretario de Estado norteamericano de Defensa, Ronald Rumsfeld, Reporteros sin Fronteras ha pedido a la administración norteamericana que aporte la prueba de que no se usaron deliberadamente como blancos la oficina de Al-Jazira y el Hotel Palestine, en Bagdad, el martes 8 de abril de 2003.
"Nos sentimos consternados por la gravedad de los ataques norteamericanos contra los periodistas. Solo en la jornada del martes, 8 de abril de 2003, han muerto tres periodistas a consecuencia de disparos del ejército norteamericano en Bagdad. Sin embargo, los lugares usados como blancos son conocidos por albergar a periodistas, tanto si se trata de la oficina de Al-Jazira, como del célebre Hotel Palestine. Una película rodada por el canal francés France 3, así como los testimonios de varios periodistas, indican que, en el momento de los hechos, la situación era muy tranquila y que el tanque norteamericano se tomó su tiempo, esperando dos minutos y ajustando el cañón, antes de disparar sobre el hotel. Estos elementos no acreditan la versión norteamericana de un disparo defensivo. En este momento, solo podemos sospechar y acusar al ejército norteamericano de haber usado a los periodistas como blancos, deliberadamente y sin advertencias. Será el ejército norteamericano quien tenga que aportar la prueba de que no se trató de un acto deliberado, destinado a disuadir e impedir que los periodistas continúen trabajando en Bagdad", manifestó Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
"Cada vez nos sentimos más preocupados al ver, en estos últimos días, cómo la actitud del ejército norteamericano se hace cada vez hostil en relación con los periodistas, y en particular los no incorporados. Además, el ejército norteamericano está dando pruebas de un mutismo intolerable, negándose a facilitar la menor información sobre el equipo de ITN alcanzado por disparos, el 22 de marzo, al sur del país, cerca de Basora. Muchos periodistas no incorporados se han quejado: han sido expulsados en la frontera Kuwaití-iraquí, amenazados con retirarles las acreditaciones, detenidos e interrogados durante varias horas. Así, un grupo de periodistas no incorporados se vio detenido incomunicado, y maltratado, durante cuarenta y ocho horas, por la policía militar norteamericana", añadió Robert Ménard.
El camarógrafo ucraniano Taras Protsyuk, de 35 años, que trabajaba en la oficina de Reuters en Varsovia, murió durante la explosión en el Hotel Palestine. Otros tres periodistas resultaron heridos, cuando las habitaciones en que se encontraban fueron alcanzadas por un obús de un carro norteamericano. Un camarógrafo del canal español Telecinco, José Couso, de 37 años, también falleció a consecuencia de las heridas.
Un mando norteamericano ha reconocido que un tanque disparó una sola vez contra el Hotel Palestine. "El tanque fue el blanco del disparo de un cohete anticarro, y de otras armas, procedentes del hotel. Contestó solo una vez", declaró el general Buford Blount, comandante de la 3ª División de Infantería.