Clasificación 2023
105/ 180
Puntuación: 55,28
Indicador político
102
53.13
Indicador económico
69
50.00
Indicador legislativo
151
38.21
Indicador social
133
51.14
Indicador de seguridad
47
83.93
Clasificación 2022
119/ 180
Puntuación: 49,03
Indicador político
76
59.70
Indicador económico
71
46.94
Indicador legislativo
149
43.86
Indicador social
162
42.50
Indicador de seguridad
120
52.17

Qatar, el riquísimo emirato del Golfo, ha construido un imperio mediático con un fuerte impacto en el mundo árabe y más allá. Sin embargo, informar sobre la política interior sigue siendo un auténtico desafío para los periodistas. 

Panorama mediático

La prensa tradicional de Qatar se caracteriza por la homogeneidad de su cobertura: los mismos grandes titulares en primera página poniendo en relieve al emir y su entorno. La cadena de televisión Al Jazeera es la más conocida en el mundo. Sólo se puede encontrar un embrión muy limitado de pluralismo en los medios comunitarios en diferentes idiomas, como es el caso de Doha News, gestionada por ciudadanos expatriados. 

Contexto político

La línea editorial de los medios está estrechamente ligada al contexto político del momento. Durante la primavera árabe, la cobertura de las protestas populares estaba directamente alineada con la postura oficial de Qatar. El tratamiento de la información se orientó unas veces hacia el bloqueo impuesto por sus vecinos del Golfo, en 2017, y otras hacia el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas.

Marco legal

A pesar de una cierta relajación de las restricciones durante el Mundial de fútbol de 2022, los periodistas tienen un margen de maniobra muy reducido frente a un arsenal jurídico represivo y un fuerte sistema de censura. A finales de 2014, se aprobó una ley de ciberdelitos, que fue endurecida en 2020. Esta ley impone restricciones a los periodistas y castiga penalmente la difusión de “noticias falsas”.  

Contexto económico

La cadena Al Jazeera, financiada por el Estado, tiene unos recursos considerables y dispone de una reserva de presentadores con una remuneración lo suficientemente confortable como para que no presten atención a temas que puedan comprometer a su empleador, incluídos presentadores estrella muy populares en el mundo árabe.   

Contexto sociocultural

La mayoría de la población de Qatar está compuesta por inmigrantes y se ve reflejada en la diversidad de los periodistas trabajando en medios locales. La situación de los trabajadores migrantes, especialmente la de los empleados en las obras del mundial de fútbol de 2022, es un tema tabú en el país. La sección anglófona de Al Jazeera ha realizado varios reportajes sobre este tema, pero en la sección árabe el silencio es absoluto. La religión, el emir, los derechos de las mujeres o los derechos LGTB también están restringidos.    

Seguridad

Varios periodistas han sido detenidos, encarcelados e incluso expulsados, por haberse, en la mayoría de los casos, interesado en exceso por las condiciones laborales de los trabajadores migrantes. Las autoridades no dudan, llegado el caso, a condenar a los blogueros residentes en el país, por la “difusión de informaciones falsas”. Es el caso de Malcolm Bidali, que permaneció un mes encarcelado antes de ser expulsado a Kenia, su país de origen, tras el pago de una multa.