Reporteros sin Fronteras condena la oleada de detenciones que, el 27 de septiembre de 2007, afecto a varios disidentes en el momento en que debía celebrarse una manifestación en favor de los de los presos políticos, delante del Ministerio de Justicia. Entre los detenidos se encuentran cuatro periodistas.
Reporteros sin Fronteras condena la oleada de detenciones que afectó a la disidencia el 27 de septiembre de 2007, día en que debía efectuarse una manifestación en favor de los presos políticos delante del Ministerio de Justicia, en La Habana. Entre la treintena de personas detenidas se encuentran dos periodistas: Roberto de Jesús Guerra Pérez, corresponsal de los sitios Payolibre y Nueva Prensa Cubana, y de la emisora Radio Martí; Alvaro Yero Felipe y Belinda Salas Tapanes, de la Agencia Libre Asociada (ALAS); y Yoel Espinosa Medrano y Félix Reyes Gutiérrez, de la agencia independiente Cubanacán Press. Los seis periodistas han quedado en libertad veinticuatro horas después de ser detenidos.
“Aunque a algunos de lo disidentes los pusieron inmediatamente en libertad, esta oleada represiva recuerda en parte la de la “primavera negra” de marzo de 2003. En aquel momento, y cuando el comienzo de la guerra de Irak tenía movilizada a la opinión pública mundial, el gobierno ordenó la detención arbitraria de 90 disidentes, 75 de los cuales continúan encarcelados, y entre ellos hay veinte periodistas. Esta vez, ¿el régimen de La Habana intenta rivalizar con el Rangún, donde la represión militar está causando estragos desde hace varios días y monopoliza la atención de la comunidad internacional? Recordando que hay 250 personas pudriéndose en las cárceles cubanas por razones políticas, los disidentes detenidos no han hecho más recordar una escandalosa verdad”, ha declarado Reporteros sin Fronteras que, sin embargo, se alegra de saber que los periodistas detenidos han recuperado rápidamente la libertad.
El 27 de septiembre de 2007, en el barrio de El Vedado de La Habana, Marta Beatriz Roque, presidenta de la Asamblea para la Promoción de la Sociedad Civil (uno de los grupos de la disidencia), intentó junto con otras seis personas entregar una carta a la Ministra de Justicia, María Esther Reus, relativa a la suerte de los presos políticos de la isla. La líder disidente hizo saber que pensaban permanecer delante de la sede del ministerio, hasta obtener alguna respuesta. Inmediatamente, la Seguridad del Estado (policía política) detuvo a Marta Beatriz Roque y a sus compañeros, y les subió a la fuerza en un autobús, que les trasladó a sus domicilios. Entre los detenidos estaba Laura Pollán Toledo, esposa de Héctor Maseda Gutiérrez, cofundador de la agencia Grupo de Trabajo Decoro y encarcelado desde marzo de 2003.
Las diferentes estimaciones sobre el número de disidentes detenidos varían entre veinte y treinta. Según la Agencia France-Presse, en La Habana y en la provincia de Santa Clara (centro, donde tiene su sede la agencia Cubanacán Press) detuvieron a otras personas, decididas a sumarse a la manifestación ante el Ministerio de Justicia.
En una situación similar, Roberto de Jesús Guerra Pérez, de 29 años, fue detenido el 13 de julio de 2005, poco antes de un manifestación de la disidencia. Encarcelado durante diecinueve meses sin juicio, agredido con frecuencia por sus guardianes y hospitalizado en varias ocasiones fue condenado, el 17 de febrero de 2007 (cf. comunicado), a veintidós meses de cárcel por “alteración del orden público”. Salió en libertad el pasado 9 de mayo (cf. comunicado).