Las esposas y madres de los periodistas y disidentes encarcelados abandonaron la entrada de la cárcel de Holguín, después de esperar dos días. Las autoridades penitenciarias se han negado a dejarles visitar a sus familiares, en huelga de hambre desde el 18 de octubre y de los que no tienen noticias desde entonces.
Tras dos días de espera, en la tarde del 7 de noviembre las esposas y madres de periodistas y disidentes encarcelados abandonaron la entrada de la cárcel de Holguín. A pesar de su insistencia, las autoridades se negaron a dejarles visitar a sus maridos e hijos, en huelga de hambre desde el 18 de octubre. Un responsable les explicó que los detenidos no tendrían autorización para contactar con sus familias mientras mantuvieran una actitud indisciplinada. El oficial añadió que aconsejaba a las mujeres que regresaran a sus casas, y que quizá algunos de los presos les llamarían en pocos días. No tienen ninguna información sobre la salud, o las condiciones de detención, desde que iniciaron la huelga de hambre.
Por otra parte, el mismo oficial declaró que el 8 de noviembre trasladaron a Mario Enrique Mayo a la cárcel Mar Verde, en el departamento fronterizo de Santiago de Cuba. Se negó a facilitar las causas del traslado, lo que hace pensar que podría tratarse de una medida de castigo contra el periodista quien, una semana antes, consiguió sacar clandestinamente de la cárcel algunas informaciones sobre la huelga de hambre.
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07.11.2003 - Desde ayer, esposas de periodistas y disidentes encarcelados esperan delante del centro penitenciario, para poder visitarles
Reporteros sin Fronteras pide a las autoridades penitenciarias de Holguín que autoricen inmediatamente que las esposas de los presos en huelga de hambre puedan verles. La organización continúa preocupada por el estado de salud de los periodistas encarcelados.
Según Joana Fernández, hija de Adolfo Fernández Sainz, seis esposas y madres de periodistas y disidentes encarcelados en Holguín (Este) se presentaron, el jueves 6 de noviembre por la mañana, a las puertas del centro penitenciario provincial de Holguín (Centro), para exigir visitarles. Se quejan de no tener ninguna noticia de la salud de sus maridos, en huelga de hambre desde el 18 de octubre.
Ante la negativa de las autoridades a autorizar que vean a sus esposos, o a recibirlas juntas, han decidido permanecer ante la puerta del centro penitenciario, donde continuaban el 7 de noviembre por la mañana (hora local). Sus esposos han conseguido hacerles saber que están informados de su presencia. Se trata de Julia Núñez, esposa de Adolfo Fernández Sainz; Gisela Sánchez, esposa de Antonio Ramón Díaz Sánchez; Berta Soler, esposa de Angel Moya Acosta; Asunción, madre de Iván Hernández Carrillo; Maydelín Guerra, esposa de Mario Enrique Mayo y Melba Santana, esposa de Alfredo Domínguez Batista.
Según informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, el 17 de octubre de 2003 trasladaron a una "celda de castigo" a Iván Hernández Carrillo, de la agencia independiente Patria, según las familias de los detenidos por protestar contra la negativa de las autoridades de la cárcel a facilitarle el tratamiento necesario para sus problemas de hipertensión arterial.
Al día siguiente, los otros seis presos de conciencia detenidos en el centro iniciaron una huelga de hambre, para exigir el fin del castigo impuesto a su compañero. Se trata de los periodistas Adolfo Fernández Sainz (foto), de la agencia independiente Patria y corresponsal de la agencia informativa rusa de derechos humanos PRIMA News, condenado a 15 años de cárcel, y Mario Enrique Mayo, de la agencia Félix Varela, condenado a 20 años de cárcel; y de los disidentes Antonio Ramón Díaz Sánchez, Alfredo Domínguez Batista, Angel Moya Acosta y Arnaldo Ramos Lauzurique, respectivamente condenados a 20, 14, 20 y 18 años de cárcel. Iván Hernández Carrillo también se encuentra en huelga de hambre.
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