Dos periodistas independientes, Shinsuke Hashida y Kotaro Ogawa, y su intérprete iraquí, murieron en un ataque cerca de Bagdad, entre Mamudiya y Latifiya (a 30 km. al sur de Bagdad), en la noche del 27 de mayo de 2004. Al día de hoy, 30 periodistas y colaboradores de los medios de comunicación han muerto, desde el comiendo del conflicto.
Dos periodistas independientes, Shinsuke Hashida y Kotaro Ogawa, y su intérprete iraquí, resultaron muertos en un ataque cerca de Bagdad, entre Mamudiya y Latifiya (a 30 km. al sur de Bagdad), en la noche del 27 de mayo de 2004.
Shinsuke Hashida, de 61 años, un experimentado corresponsal de guerra, su sobrino Kotaro Ogawa, de 31 años, y el intérprete, acababan de abandonar la base militar japonesa de la ciudad de Samawa, al sur de Bagdad, y circulaban en dirección a la capital cuando su vehículo fue el blanco de un cohete anticarro, disparado por unos grupos armados. El vehículo se incendió y explotó; solo el chofer, herido, consiguió salir a tiempo. El director del hospital de Mamudiya, Imad al Maleki, declaró a la agencia Reuters que los cuerpos de los periodistas y el traductor estaban casi completamente calcinados. Las autoridades japonesas todavían no han podido identificar oficialmente a los dos periodistas.
Los alrededores de Mamudiya, presa de los repetidos atques entre las fuerzas armadas y el ejército norteamericano, se encuentran entre las zonas más peligrosas de Irak. Dos periodistas que trabajaban para la televisión pública polaca TVP, el polaco Waldemar Milewicz y el argelino Mounir Bouamrane, murieronallí el 7 de mayo de 2004 a consecuencia de unos disparos de orfgen desconocido, así como dos colaboradores iraquíes del canal norteamericano de televisión CNN, Duraid Isa Mohammed, traductor, y Yasser Khatab, chofer, que también murieron en la emboscada tendida por unos hombres armados no identidicados, el 27 de enero de 2004.
Irak sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas. Al día de hoy, al menos treinta periodistas y colaboradores de los medios de comunicación han muerto en Irak, desde el desencadenamiento de la guerra en marzo de 2003. Dieciseis de ellos, entre los que se encuentran doce iraquíes, han encontrado la muerte desde el 1 de enero de 2004.