La pesadilla de dos periodista toca a su fin
Organización:
El periodista Ako Kurdnasab, del semanario Karfto, salió de la cárcel de Sanandaj (Kurdistán) el 7 de enero de 2008, al finalizar el cumplimiento de su condena. Dos días después, la documentalista franco-iraní Mehrnoushe Solouki abandonó Irán, una vez levantada la prohibición de salir del territorio, que pesaba sobre ella desde hacía un año. Otros dos periodistas, Ejlal Ghavami y Emadoldin Baghi, han conseguido una autorización temporal de salida de la cárcel, para someterse a tratamiento médico. En cambio, Said Matinpour, del semanario Yarpagh, ha sido trasladado de nuevo a la cárcel de Evin (Teherán), a más de 300 km. de su familia.
“Uno ha pasado seis meses en la cárcel; la otra estuvo un mes encarcelada y después la retuvieron en Irán, en contra de su voluntad, durante más de diez meses. Nos alegramos de que la pesadilla vivida por estos dos periodistas llegue a su fin. En cambio, Ejlal Ghavami y Emadoldin Baghi tendrá que regresar a la cela cuando termine su permiso”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Ako Kurdnasab quedó en libertad el 17 de enero de 2008 tras pasar 180 días detenido en Sanandaj. Unos agentes del Ministerio de Inteligencia le detuvieron el 21 de julio de 2007, en la sede de Karfto. Condenado en primera instancia a tres años de cárcel, el tribunal de apelación redujo a seis meses la condena del periodista. Estaba inculpado de “intento de derrocar el régimen a través de sus actividades periodísticas”.
La pesadilla de Mehrnoushe Solouki terminó el 19 de enero de 2008, fecha en la que la periodista franco-iraní cogió un vuelo para París. Ha podido salir del territorio iraní una vez que han levantado el embargo sobre la casa de sus padres. Sobre la joven sigue pesando una inculpación de “intento de realizar una película de propaganda”, por preparar un documental sobre los acontecimientos que siguieron al alto el fuego de 1988, entre Irak e Irán. No le han dejado recuperar las imágenes que había rodado, y que le fueron confiscadas cuando la detuvieron en febrero de 2007.
Por su parte, Emadoldin Baghi salió el 18 de enero de la cárcel de Evin, donde llevaba detenido más de tres meses. Estuvo hospitalizado durante un beve espacio de tiempo en diciembre de 2007, a causa de algunos problemas cardiacos. La familia del periodista pidió entonces su libertad provisional al jefe de la autoridad judicial, el ayatolá Mahmoud Hachemi Shahroudi. En cuando a Ejlal Ghavemi, le han prolongado dos semanas más el permiso de salida que le concedieron el 26 de diciembre de 2007. El colaborador del semanario Payam-e mardom-e Kurdestan, que cumple su condena en la prisión de Sanandaj, padecía una infección en los ojos agravada por la insalubridad de la celda.
En otro caso, el periodista Said Matinpour ha sido trasladado por segunda vez a la cárcel de Evin. Fue arrestado el 28 de mayo de 2007 en su domicilio de Zanjan (Noroeste), y quedó detenido en la ciudad. Posteriormente trasladaron al periodista, entre julio y septiembre, a la penitenciaría de la capital, antes de devolverle de nuevo a la cárcel de Zanjan, durante dos meses. Su esposa ha dicho que regresó a Evin el 4 de diciembre de 2007. Según ella, le acusan de “actuación contra la seguridad nacional”. Se ha fijado una fianza de 500 millones de tomanes (el equivalente a 500.000 euros), una cantidad que su familia no está en condiciones de pagar.
Finalmente, el departamento de la prensa nacional del Ministerio de Cultura y Orientación Islámica decidió, el 19 de enero de 2008, prohibir el diario Arya por “publicación irregular”.
Suspendido en abril de 2000, durante una oleada de cierres de periódicos reformistas, el tribunal de Teherán autorizó la reaparición de Arya en 2006. Un equipo nuevo de periodistas se disponía a sacar próximamente otro número.
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20.01.2016