Investigación de la muerte del camarógrafo Fadel Shanaa: Reporteros sin Fronteras pide el apoyo de la Unión Europea
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Con ocasión del Consejo de Asociación Unión Europea-Israel, que tendrá lugar el 16 de junio de 2008 en Luxemburgo, Reporteros sin Fronteras se ha dirigido a la Comisaria de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Benita Ferrero-Waldner, mencionándole los problemas que encuentran los periodistas que cubren los enfrentamientos en los Territorios Palestinos.
“La muerte del camarógrafo Fadel Shanaa, de la agencia de prensa británica Reuters, ocurrida el 16 de abril de 2008, he venido a reavivar nuestra preocupación por la falta de transparencia en las investigaciones israelíes. En los últimos diez años, los soldados de las Fuerzas de Defensa israelí han matado a cinco periodistas. Aunque la cifra puede parecer ridícula en comparación con el número de civiles muertos en el conflicto palestino-israelí, no por ello deja de ser preocupante en vista de la impunidad que disfrutan los soldados israelíes responsables de esas actuaciones. Cerca de dos meses después de la muerte de Fadel Shanaa en circunstancias muy turbias, la investigación del ejército israelí no ha llegado a ninguna conclusión. Nuestra preocupación aumenta ante las recientes declaraciones de una portavoz del ejército israelí revelando que la investigación preliminar ha determinado que “los soldados implicados no cometieron ningún error”. Los periodistas corren riesgos considerables para contarnos la realidad de la guerra. Es indispensable prevenir la violencia contra ellos, y juzgar a sus autores”, ha escrito la organización.
Reporteros sin Fronteras ha subrayado igualmente la importancia del plan de acción, elaborado como consecuencia de los acuerdos de asociación entre la Unión Europea y el Estado de Israel, y más particularmente el aspecto del respeto a los derechos humanos. “El compromiso de ambas partes a promover el derecho humanitario pasa por la obligación de reprimir las infracciones de los convenios internacionales. Esos textos explicitan claramente la responsabilidad penal y disciplinaria de los soldados, y del mando militar, en caso de infracción. Sin embargo, los soldados responsables de la muerte de los periodistas Raffaele Ciriello (2002), Imad Abu Zahra (2002), Nazeh Darouazi (2003) y James Miller (2003) siguen disfrutando de una incomprensible impunidad. La justicia israelí nunca ha perseguido a los presuntos culpables, ni ha dictado ninguna condena para esos crímenes de guerra”, ha añadido la organización.
“Las autoridades israelíes tienen que hacer algo para poner fin a este balance, indigno de una democracia. Deseamos que usted pueda convencer a sus interlocutores de la necesidad de hacer públicos rápidamente los resultados de la investigación de la muerte del camarógrafo de Reuters. El estado de Israel tiene que esforzarse en conseguir que los civiles se libren de todo esto. Solo si se hacen esos esfuerzos, los profesionales de los medios de comunicación se sentirán seguros de poder seguir cubriendo el conflicto”, ha concluido Reporteros sin Fronteras.
Finalmente, la organización se ha dirigido el 11 de junio de 2008 a la Ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, lamentando que Israel no se encuentre entre los Estados que se han comprometido a firmar, en diciembre de 2008, la Convención de Dublín relativa a la prohibición de bombas de fragmentación. Sin embargo, su utilización pone en peligro la vida de muchos civiles, y entre ellos la de los trabajadores de los medios que cubren los enfrentamientos. A pesar de las precauciones que adoptan los periodistas sobre el terreno, la aleatoria diseminación de las municiones de dichas armas les hace correr graves peligros. A Fadel Shanaa le mataron unos dardos de acero, liberados por un obús israelí. El chaleco antibalas que llevaba el día de su muerte no estaba preparado para protegerle contra este tipo de arma.
En su carta, Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento a las autoridades israelíes para que afirmen su compromiso de aplicar las cláusulas humanitarias de los Procolos adicionales de la Convención de Ginebra. La organización les ha recordado que el Protocolo I, del 8 de junio de 1977, relativo a la protección de las víctimas de conflictos armados internacionales, incluye un artículo dedicado a la protección de los periodistas en misión profesional peligrosa, en zonas de conflicto armado. Aunque el Estado de Israel no ha firmado el Protocolo adicional, el texto forma parte del derecho internacional consuetudinario y, por ello, debe aplicarse.
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20.01.2016