Después de que finalizara la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el régimen iraní ha retomado sus ataques contra la prensa reformadora. Siamak Purzand, de 71 años, ha sido condenado a ocho años de cárcel. Y desde el comienzo del año se han suspendido al menos siete publicaciones.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) se encuentra profundamente afectada por la condena de ocho años de cárcel impuesta a Siamak Purzand, de setenta y un años. "Resulta escandaloso encarcelar a un periodista de esa edad cuando además se encuentra mal de salud. Pedimos su libertad inmediata", declaró Robert Ménard, secretario general de la organización. Igualmente, RSF está preocupada por la suspensión de Bonyan, el principal diario de la prensa reformadora.
"Pedimos al presidente Mohammad Jatamí que se oponga frontalmente a esas medidas del poder judicial, haciendo que se respete la Constitución, de la que es garante", añadió Robert Ménard. RSF recuerda que, desde el comienzo del año, han sido suspendidas siete publicaciones. A pesar de la liberación de Ahmad Qabel, periodista de Hayat-é-No, el 6 de mayo, al día de hoy once periodistas continúan encarcelados en el país. El ayatola Alí Jamenei figura en la lista de los predadores de la libertad de prensa, denunciados por RSF.
El 3 de mayo de 2002, Siamak Purzand fue condenado a ocho años de cárcel por "acción contra la seguridad del Estado por sus relaciones con monárquicos y contrarrevolucionarios". Aceptando los cargos que había contra él, el periodista declaró que no se iba a defender. En aquel momento, RSF manifestó su inquietud por las presiones psicológicas a que se vio sometido Siamak Purzand, durante su detención, para obligarle a confesar. El periodista fue secuestrado por las fuerzas de seguridad el 29 de noviembre de 2001. Durante los cuatro primeros meses de su detención, en algún lugar que se ha mantenido en secreto, Siamak Purzand no tuvo acceso a un abogado ni a tratamiento médico. A la cabeza del centro artístico y cultural Teherán, también trabajó como comentarista cultural en varios periódicos reformistas, que actualmente están cerrados.
El 4 de mayo, el diario independiente Bonyan fue suspendido por "numerosos delitos repetidos". También fue condenado por utilización de la cabecera, y del logotipo, de un semanario del mismo nombre. Muchos periodistas, que tienen prohibido publicar -entre ellos Alireza Alavitabar, director del periódico suspendido Sobh-é-Emrouz, y Ahmad Zeid-Abadi, condenado el pasado 17 de abril a veintitrés meses de cárcel-, escribieron en las páginas de este diario, apreciado en los medios universitarios y convertido en un lugar de debate de los medios reformadores, por su posición crítica con respecto a los conservadores.
El mismo día, el diario Iran, perteneciente a la agencia oficial de prensa IRNA, fue suspendido a causa de un artículo, publicado recientemente y considerado insultante para los principios del islam. Al día siguiente, el 5 de mayo, el jefe de la justicia, el ayatola Mahmud Hachemi-Chahrudi, ordenó el levantamiento de la suspensión. Sin embargo, el diario Iran continúa denunciado judicialmente.
El artículo en cuestión presentaba un libro del escritor Tuka Maleki, Balance de la música femenina en Irán, y provocó una fuerte protesta en el seno de la corriente conservadora. A causa de los procedimientos judiciales, podrían ser detenidos próximamente Banafsheh Samgis, autor del texto, y Mohsen Sharnazdar, director de Cuadernos de música de Irán. El redactor jefe, Abdolrassul Vessal, ha precisado que su periódico tiene que hacer frente a noventa y seis denuncias, entre ellas una por "ofensa a los sagrados valores del islam".