Reporteros sin Fronteras está indignada por las condiciones en que se ha celebrado la primera y única audiencia del juicio de Hu Jia, militante de los derechos humanos acusado de "incitación a la subversión del poder del Estado". La comunidad internacional debe reaccionar y seguir pidiendo la libertad sin condiciones de Hu Jia, y el fin del acoso a su familia.
"El primer Ministro, Wen Jiabao, se ha atrevido a afirmar que no existe represión contra los disidentes. El juicio de Hu Jia es un ejemplo dramático de la ausencia de estado de derecho en China. Las condenas internacionales no han bastado para detener el rodillo compresor, que ha recibido orden de silenciar a uno de los militantes de los derechos humanos más valiente de Pekín", ha manifestado Reporteros sin Fronteras, que acaba de hacer un llamamiento al boicot de la ceremonia de inauguración de los JJOO de Pekín.
El 18 de marzo por la mañana, el tribunal intermediario popular de Pekín juzgó a Hu Jia. Ni sus amigos ni su esposa, Zeng Jinyan, fueron autorizados a asistir a la vista. A la salida del tribunal, el abogado Li Fanping se mostró pesimista, asegurando que a su cliente pueden condenarle a cinco años de cárcel.
Después tan solo de unas pocas horas de audiencia, el juez manifestó que quedaba visto para sentencia. "El juicio no ha terminado, no ha habido sentencia. Como China intenta establecer una sociedad armoniosa, debe dejar que se expresen voces diferentes. Esperamos que el gobierno se muestre más tolerante", declaró Li Fanping a la Agencia France-Presse.
El día del juicio han impedido que acudieran al tribunal Teng Biao y otros cinco abogados pequineses, entre los que estaban Han Yicun, Li Xiongbin y Jiang Tianyong. Teng Biao, al que se puede localizar en su teléfono móvil, aunque ha dicho que “no puede hablar”, ha pasado la jornada vigilado por unos policías. Teng Biao ha denunciado que se trata de un procedimiento que no respeta la ley, porque el juicio debía ser público.
Li Xiongbin, abogado autorizado a asistir a la vista, fue detenido a su llegada al tribunal y conducido al puesto de policía de Baboshan. Cuando su colega Jiang Tianyong, y cuatro de sus amigos abogados, intentaban que le dejaran en libertad, fueron detenidos y esposados. A la esposa del militante, Zeng Jinyan, así como a su padre Hu, ambos testigos de la defensa, se les prohibió asistir a la vista. Zeng Jinyan, acompañada de la hija de la pareja, consiguió entrevistarse durante unos minutos con Hu Jia, a la salida del juicio.
Algunos diplomáticos y corresponsales extranjeros han confirmado a Reporteros sin fronteras que les han impedido asistir a la audiencia. "El tribunal me respondió que la sala era demasiado pequeña", ha explicado una periodista. "Nuestras demandas se han desestimado con el pretexto de que la sala de la vista era demasiado pequeña", afirma un diplomático europeo destinado en Pekín.
Las autoridades acusan a Hu Jia, de 34 años, de publicar en sitios chinos con sede en el extranjero, y más particularmente en Boxun, artículos sobre la situación de los derechos humanos antes de los Juegos Olímpicos. El militante, conocido por su lucha en favor de los enfermos de Sida, también ha prestado testimonio en muchos medios extranjeros, y en embajadas.
Hu Jia publicó muchos artículos en su blog, y en
Boxun, a propósito de otros militantes encarcelados, y entre ellos Chen Guangcheng
(
http://news.boxun.com/news/gb/china/2006/11/200611172046.shtml) y Guo Feixong
(
http://news.boxun.com/news/gb/china/2006/10/200610010227.shtml).
También el 18 de marzo, el jefe del gobierno, Wen Jiabao, preguntado por el caso de Hu Jia, dijo que China no está intensificando la represión de los disidentes. "Respecto a este caso individual, puedo asegurar que China es un país de derecho y que el problema se resolverá de acuerdo con la ley", dijo Wen Jiabao. Por su parte, la presidencia eslovena de la Unión Europea se ha declarado "profundamente preocupada" por la detención de Hu Jia.
El 27 de diciembre de 2007, una veintena de policías irrumpieron en el domicilio de Hu Jia en Pekín, donde se encontraban su mujer Zeng Jinyan y su hija de 6 semanas. Los policías cortaron la conexión a Internet y los teléfonos, y después detuvieron a Hu Jia.