Reporteros sin Fronteras denuncia los represivos métodos empleados por el gobierno de Mahmud Ahmadinejad, y por el poder judicial, para impedir trabajar libremente a los periodistas. “El palmarés de Irán en materia de violación de la libertad de prensa es abrumador”, ha declarado la organización.
El palmarés de Irán en materia de violaciones de la libertad de prensa es abrumador. La República Islámica, la mayor cárcel de Oriente Medio para periodistas y ciberdisidentes desde 2000, no parece que quiera poner término a las arbitrarias y masivas detenciones que han diezmado la prensa en el transcurso de estos últimos años.
Desde la llegada al poder, en junio de 2005, del ultraconservador presidente Mhamud Ahmadinejad y su equipo, compuesto principalmente por ex comandantes y guardianes de la revolución, y de los servicios de inteligencia, la represión de los periodistas está organizada de forma más sutil, menos visible pero igual de temible. Y si ahora hay menos periodistas encarcelados en Irán, eso no significa que las autoridades hayan aflojado la presión sobre la prensa. A los profesionales de la prensa los ponen en libertad provisional, tras algunos días e incluso semanas de detención, sin fijar fecha para el juicio y mucho menos aun para su puesta en libertad. Lo mismo pueden ser condenados que no se les cita nunca para que entren en la cárcel.
Estos procedimientos en curso, y estas condenas no aplicadas, representan auténticas espadas de Damocles que penden sobre la cabeza de los periodistas, y les impiden escribir libremente. El gobierno de Ahmadinejad, y las autoridades judiciales, han hecho de todo el país la mayor cárcel sin barrotes de la región.
La mayoría de los periodistas independientes, o que no colaboran en periódicos gubernamentales, son objetivos del poder que, de una manera u otra, consigue impedirles trabajar. En paralelo, a estos mismos periodistas se les denuncia judicialmente y tienen que pagar fianzas muy altas (que pueden llegar hasta los 60.000 euros) para disfrutar de libertad provisional, en espera de que se juzgue su caso.
Cuando salen de la cárcel, estos periodistas no están en condiciones de trabajar. Por una parte, temen volver a ella si nuevamente publican algún artículo que disguste a las autoridades; por otra, muchos redactores jefes y directores de publicación reciben consignas claras para que no les contraten. En algunos casos, la detención de estos periodistas se lleva a cabo en concomitancia con el cierre del medio de comunicación para el que trabajan.
Recientemente, la Comisión de Vigilancia de la Prensa ha prohibido el diario reformista Rouzegar, después de que acogiera en su redacción a periodistas del diario Shargh, suspendido también el 11 de septiembre de 2006. El Ministerio de Cultura y el fiscal de Teherán, Said Mortazavi, enviaron al redactor jefe del diario una lista de los periodistas a quienes debía despedir, entre los que se encontraba el ex detenido Ahamad Zidabadi.
El diario Vaghayeh Ettefaghieh también fue suspendido en septiembre de 2004, tras contratar a muchos periodistas procedentes del diario Yas-e-no, prohibido también en febrero de 2004. La orden de suspensión de Vaghayeh Ettefaghieh mencionaba el hecho de que la mayoría del equipo de redacción procedía de Yas-e-no. Finalmente, ese mismo año las autoridades intentaron presionar al director del diario Jomhouriat para que despidiera el redactor jefe Emadoldin Baghi, una figura de la prensa reformista iraní y ardiente defensor de la libertad de expresión. Al no ceder a las presiones, finalmente cerraron el diario el 18 de julio.
Los periodistas iraníes que han optado por trabajar en medios de comunicación independientes son el blanco de una campaña de acoso. Los casos de los periodistas Issa Saharkhiz, Mohammad Sedigh Kabovand y Saghi Baghernia, resultan reveladores de la situación de los profesionales de los medios en el país. A los tres podrían enviarles a la cárcel en cualquier momento.
El 14 de junio de 2006, Issa Saharkhiz, director del mensual Aftab y del periódico económico Akhabr Eghtesadi, fue condenado a cuatro años de prisión incondicional y cinco años de prohibición para ejercer su actividad periodística, por “ofensa a la Constitución” y “publicidad contra el régimen”. Sus abogados no han tenido la sentencia hasta el 21 de noviembre de 2006. A pesar de que dispone de veinte días para apelar, el periodista se niega a hacerlo, en señal de protesta por esa arbitraria decisión judicial. Para Issa Saharkhiz, la justicia iraní obedece las órdenes del Ayatolá Jameneni”.
El 18 de agosto de 2005, Mohammad Sedigh Kabovand, director de publicación del semanario en lenguas kurda y persa Payam-e mardom-e Kurdestan, suspendido en 2004, fue condenado a un año y seis meses de prisión incondicional, y a cinco años de prohibición de actividad periodística, por “alteración de la opinión pública y propagación de ideas separatistas”. La oficina de ejecución de condenas le citó el 22 de septiembre de 2006; es decir, más de dos años después de que le condenaran.
El 19 de agosto de 2006, el Tribunal Supremo de Justicia de Teherán condenó a Saghi Baghernia, directora del diario económico Asia, a seis meses de prisión incondicional por “propaganda contra el régimen” después de que, en la edición del 5 de julio de 2003, publicara la foto de Maryam Rajavi (dirigente de los Mujaidines del Pueblo -grupo de oposición). Su marido, Iraj Jamshidi, redactor jefe del diario, fue detenido y condenado el 6 de julio de 2003 a un año de cárcel, por el mismo motivo. A principios de noviembre de 2006, a la señora Baghernia la citaron por segunda vez en la cárcel, aunque sin embargo no la detuvieron.
Finalmente, Reporteros sin Fronteras ha sabido que, desde el 1 de enero de 2004, han huido de la República Islámica de Irán más de treinta periodistas, para escapar a los procedimientos judiciales.
Lista de periodistas iraníes afectados de prohibición profesional en el país ([Lista no exhaustiva)] :
M. Abbas Abdi, M. Abbas Kakavand, M. Abbas Dalvand, M. Abolfazel Vesali , M. Abolghasem Golbaf, Mme Azam Taleghani, M. Ahamad Zidabadi, M. Akbar Ganji , M. Ali-Hamed Iman, M. Ali-Reza Jabari, M. Ali-Reza Redjaï, M. Ali Reza Alavitabar, M. Amin Movahedi, M. Ali Mazroi, M. Arash Sigarchi, M. Behrouz Gheranpayeh, M. Bjjan Safsari, M. Ejlal Ghavami, M. Ezatollah Sahabi, Mme Fariba Davoudi Mohajer, Mme Fatemeh Kamali, M. Firouz Gouran, Mme Fatemeh Govarai, M. Hassan Youssefi Echkevari , M. Hoda Saber, M. Hossein Ghazian, M. Hamed Motaghi, M. Kivan Samimi Behbani, M. Majid Tavaloui, M. Iraj Jamshidi, M. Latif Safari, M. Madh Amadi, M. Mana Neyestani, M. Mashallah Shamsolvaezin, M. Masoud Bastani, M. Mohamad Ghochani, M. Chammad Hassan Alipour, M. Mohammad Sedigh Kabovand, M. Mojtaba Lotfi, M. Morteza Kazemian, Mme Narges Mohammadi, Mme Noushin Ahamadi Khorassani, Mme Parvin Ardalan, Mme Parvin Bakhtiarynejd, M. Reza Alijani, Mme Saghi
Baghernia, M. Saide Madani, M. Said Saedi, M. Shadi Sadr, M. Siamak Pourzand, M. Taghi Rahmani, Mme Tonya Kabovand, M. Yosef Azizi Banitrouf et M. Mohammad Javad Roh.