Carta abierta a los jefes de Estado sobre la situación de los derechos humanos en Cuba

Señores Presidentes, En la Declaración final de la precedente Cumbre Iberoamericana, celebrada en noviembre de 2002 en Santo Domingo (República Dominicana), ustedes reafirmaron su deseo de animar "la protección y promoción de todos los derechos humanos". Desde la adopción del texto, en Cuba han sido detenidos 75 periodistas, militantes de los derechos humanos, sindicalistas, bibliotecarios y militantes políticos, y condenados a penas que llegan hasta los 28 años de cárcel. Sus acciones iban destinadas a "(consolidar) una cultura democrática y el Estado de derecho", objetivo pregonado por la Cumbre Iberoamericana, en la Declaración de Santo Domingo. Entre ellos se encuentra el periodista y poeta Raúl Rivero. Detenido el 20 de marzo de 2003, fue condenado el 7 de abril a 20 años de cárcel tras un proceso sumario, en el que se mofaron de su derecho a la defensa. Acusado de "actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado", Raúl Rivero se defendió declarando: "No conspiro, escribo". Cuando en Cuba solo está autorizada la prensa oficial, se le acusa de haber publicado sus artículos en el extranjero. También está acusado de entrevistarse con diplomáticos norteamericanos en La Habana. Ningún acto que figure en el código penal de una democracia. Entre las pruebas de cargo presentadas por la acusación figuran: "un radio marca Sony, una grabadora, un cargador digital de baterías, una máquina de escribir, una computadora personal laptop marca Samsung, con todos sus aditamentos, varias cassettes de audio y de video conteniendo información destinada a subvertir el sistema económico, político y social cubano (...)". Raúl Rivero no es una excepción. Según la asociación cubana de derechos humanos Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), las detenciones del pasado marzo elevan a más de 300 el número de presos políticos en la isla. Cuando se inicia una nueva Cumbre Iberoamericana nuestro comité les hace un llamamiento al respeto de sus propios compromisos, y a que sitúen los derechos humanos en el centro de sus preocupaciones. Un tema al que, estamos seguros, serán sensibles muchos de ustedes que tuvieron que sufrir la represión de regímenes autoritarios. A nuestro comité le preocupa que ni el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, ni el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Rafael Bielsa, que últimamente han visitado La Habana, se hayan entrevistado con las familias de los disidentes encarcelados. A todos, les pedimos que intervengan ante el vicepresidente cubano Carlos Lage, que representa a su gobierno en Santa Cruz, en favor de la liberación de los presos políticos. Nuestro comité les pide igualmente que condenen su encarcelamiento, en la próxima declaración final. La Cumbre Iberoamericana tiene que defender los valores que pretende encarnar. Seguros de que no permanecerán insensibles a este llamamiento les rogamos acepten, Señores Presidentes, la expresión de nuestra mayor consideración. Jorge Semprún, escritor, presidente del Comité de Apoyo a Raúl Rivero Robert Ménard, secretario general de Reporteros sin Fronteras Jorge Masetti e Ileana de la Guardia, Asociación Sin Visa. Hacerse miembro del Comité de Apoyo a Raúl Rivero