Mientras las autoridades gambianas no hacen nada para identificar y castigar a sus asesinos, Reporteros sin Fronteras conmemora con profunda tristeza el tercer aniversario del asesinato de Deyda Hydara, director del diario privado The Point y corresponsal de la Agencia France-Presse (AFP) y de Reporteros sin Fronteras.
Mientras las autoridades gambianas no hacen nada para identificar y castigar a sus asesinos, Reporteros sin Fronteras conmemora con profunda tristeza el tercer aniversario del asesinato de Deyda Hydara, director del diario privado The Point y corresponsal de la Agencia France-Presse (AFP) y de Reporteros sin Fronteras.
“Desde hace tres años, la familia y los amigos de Deyda Hydara intentan superar el duelo por este gran periodista africano, a pesar de la falta de actuación de las autoridades, y de las calumnias vertidas contra la víctima. Hay que aplaudir su valor y su obstinación. Ahora ya resulta evidente que el gobierno gambiano -cuyo jefe, el presidente Yahya Jammeh acumuló declaraciones contradictorias o agresivas hacia Deyda Hydara- nunca he tenido intención de aclarar este odioso asesinato. Condenados a vivir en un mundo de rumores e indiferencia, tienen que saber que seguiremos movilizados hasta que se conozca la verdad”, ha declarado la organización.
A Deyda Hydara le mataron a balazos en la noche del 16 de diciembre de 2004 cuando, en su coche, acompañaba a casa a dos empleadas de su periódico. Anteriormente había recibido amenazas de los servicios de inteligencia, que le estaban vigilando pocos minutos antes de que se produjera el asesinato, perpetrado en una calle que bordea un cuartel policial. No se ha efectuado ninguna investigación seria para identificar a sus asesinos, ni a los autores intelectuales. La única comunicación oficial de los investigadores gambianos, seis meses después del asesinato, daba a entender que Deyda Hydara, al que calificaban de "provocador”, podía haber muerto a causa de algunos asuntos de tipo moral, totalmente inventados.
En una entrevista concedida en enero de 2007, con motivo de Año Nuevo, Yahya Jammeh cargó el asesinato en la cuenta de los “enemigos de Gambia”. Añadió, sin más explicaciones, que los culpables tenían intención de impedir que le eligieran como presidente de la Comunidad Económica de Estados de Africa del Oeste (CEDEAO).