RSF celebra que el Parlamento europeo ponga fin a su silencio sobre Marruecos
Después de 25 años de pasividad, el Parlamento Europeo ha votado hoy una resolución de urgencia que destaca el deterioro constante de la libertad de prensa en Marruecos y pide la liberación de los periodistas encarcelados en el país, en particular la del Premio RSF 2022, Omar Radi. Reporteros Sin Fronteras, que lleva años alertando a los parlamentarios europeos sobre esta situación, celebra esta decisión histórica.
Por primera vez en 25 años, el Parlamento Europeo ha votado una resolución de urgencia sobre los derechos humanos en Marruecos. Aprobado el jueves 19 de enero por una amplia mayoría (356 votos a favor, 32 en contra y 42 abstenciones), el texto pide a las autoridades marroquíes que respeten la libertad de expresión y de los medios de comunicación y que garanticen a los tres periodistas marroquíes encarcelados actualmente en el país “un proceso justo (...), su puesta en libertad provisional y el cese inmediato de cualquier acoso contra los periodistas, sus abogados y sus familias”.
“Llevamos ya varios años alertando a los eurodiputados sobre las intimidaciones y el acoso judicial de los que son víctimas los periodistas marroquíes”, recuerda el secretario general de RSF, Christophe Deloire. “Con esta resolución histórica, el Parlamento Europeo pone fin a una desafortunada tendencia, que consiste en eximir a Marruecos de cualquier observación sobre sus vulneraciones a la libertad de prensa y a los derechos humanos. Más vale tarde que nunca. Tres periodistas marroquíes están actualmente encarcelados arbitrariamente en las prisiones del país y esperan poder disfrutar de su derecho a un juicio justo y no ser acosados más judicialmente”, añade.
El periodista Omar Radi, cuya situación destaca la resolución, es un caso emblemático de la represión que emplean las autoridades marroquíes contra los periodistas. Galardonado con el Premio RSF 2022 a la Libertad de Prensa (en la categoría de “Independencia periodística”), Radi está encarcelado desde julio de 2020 y fue condenado en apelación, el 3 de marzo de 2022, por acusaciones de espionaje y violación, debidamente fabricadas.
Los parlamentarios europeos han querido, de hecho, denunciar en su resolución “la utilización abusiva de imputaciones de agresión sexual para disuadir a los periodistas de ejercer sus funciones”; una utilización “que pone en peligro los derechos de las mujeres”.
También son mencionados los casos de Taoufik Bouachrine y de Souleiman Raissouni, director y redactor jefe, respectivamente, del diario en lengua árabe actualmente desaparecido Akhbar al-Yaoum, ambos víctimas de la instrumentalización de escándalos sexuales. Acusado de “tráfico de personas” y de “violación”, Taoufik Bouachrine fue condenado en apelación, el 25 de octubre de 2019, a una sentencia firme de 15 años de prisión, mientras que Souleiman Raissouni fue condenado también tras recurrir, el 23 de febrero de 2022, a cinco años de cárcel por “agresión sexual” contra un joven militante de la causa LGTBIQ+. Más allá de la similitud que guardan las acusaciones, ambos casos comparten numerosas irregularidades procesales y el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU se ha pronunciado acerca de la arbitrariedad de las dos detenciones, considerando que Taoufik Bouachrine y Souleiman Raissouni habían sido apuntados deliberadamente por ejercer su profesión y su derecho a la libertad de expresión.
La resolución denuncia igualmente la vigilancia de la que Omar Radi y varios periodistas más han sido objeto, mediante el software de espionaje Pegasus, de la empresa NSO. La Eurocámara exige a las autoridades marroquíes que “pongan fin” a estas prácticas y “adopten las medidas legislativas que protejan a los periodistas de ellas”. Además, instan a los Estados miembros de la UE a “dejar de exportar tecnologías de vigilancia a Marruecos, conforme al reglamento de la UE sobre el doble uso”.
Marruecos ocupa el puesto 135 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de RSF.