Los disparos contra el domicilio del periodista radiofónico Héctor Abreu, efectuados el 6 de julio en el sur del país, representan un paso más en el empeoramiento de la situación de los periodistas dominicanos. Reporteros sin Fronteras pide al gobierno que adopte alguna iniciativa fuerte para garantizar su protección, y luchar contra la impunidad.
Héctor Abreu, presentador de Radio Azua y corresponsal de Radio Enriquillo en Tamayo (Sudoeste), ha hecho público que, en la mañana del 6 de julio de 2007, su casa resultó alcanzada por varios impactos de bala, mientras él y su familia dormían. En el mismo momento, Juan Cadena, productor de un programa diario emitido por el canal Sport Visión, en Santo Domingo, manifestó haber recibido amenazas de muerte por teléfono. Frente a esos acontecimientos que confirman el empeoramiento de las condiciones de trabajo de los periodistas dominicanos, Reporteros sin Fronteras ha hecho un llamamiento al gobierno.
“Dos semanas después de que dos periodistas fueran agredidos y amenazados de linchamiento durante una manifestación, el atentado dirigido contra Héctor Abreu y las amenazas a Juan Cadena confirman el deterioro de la situación de la libertad de prensa en la República Dominicana. La organización teme por la seguridad de ambos periodistas, y se sorprenden de que las autoridades tarden en dar una respuesta a la altura de los graves, y repetidos, sucesos. Hay que adoptar una iniciativa, a nivel ministerial, para proteger a los periodistas y luchar contra la impunidad”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Héctor Abreu ha dicho que ignora quien podría haber organizado el atentado contra él. Sin embargo, el periodista admite haber contado un determinado número de casos delictivos, ocurridos en la región donde trabaja.
Juan Cadena fue amenazado por teléfono, al menos en cuatro ocasiones. Un interlocutor anónimo le avisó de que sería ejecutado si no dejaba de decir “tonterías” en su programa de televisión. El periodista ha reconocido haber hecho comentarios sobre la huelga general anunciada para el 9 de julio de 2007, por iniciativa de varias organizaciones populares del país.
Desde el 1 de enero de 2007, en la República Dominicana son cada vez más frecuentes y violentos los ataques a la prensa. El Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (SNTP) y Reporteros sin Fronteras han contabilizado cerca de una treintena desde el comienzo del año.