Reporteros Sin Fronteras lanza el RSF Digital Security Lab
El próximo 18 de julio, cuando se cumpla exactamente un año de las revelaciones sobre el uso masivo del software de espionaje Pegasus, que afectó especialmente a periodistas, Reporteros Sin Fronteras presentará su Digital Security Lab: un laboratorio de criminalística digital para ayudar en la lucha contra la amenaza de la cibervigilancia.
Con sede en Berlín, el Digital Security Lab nace con el fin de desarrollar análisis avanzados sobre dispositivos de periodistas que sospechen haber sido el blanco de espionaje digital. Ya sea por la infección de un virus o por el pirateo de sus cuentas en redes sociales, los periodistas se enfrentan a numerosas amenazas, que exigen soluciones rigurosas y contundentes.
“El uso de ciberataques es infame e insidioso”, afirma Christophe Deloire, secretario general de RSF. “Los periodistas son objetivos predilectos de estas agresiones invisibles: RSF no los dejará solos frente a los mercenarios digitales, depredadores de la libertad de prensa”, añade.
“El escándalo Pegasus ha demostrado que las amenazas contra el periodismo son desgraciadamente reales”, abunda Christian Mihr, director de Reporteros Sin Fronteras Alemania. “Con el Digital Security Lab, RSF responde a las numerosas demandas de ayuda que recibimos por parte de periodistas en todo el mundo, que temen haber sido espiados o haber sido el blanco de otras formas de ciberataques”.
Cualquier periodista puede solicitar la ayuda del Digital Security Lab si sospecha que sus dispositivos han podido ser espiados por causas relacionadas con su labor informativa. Hay varias señales que deben alertar al periodista sobre su vulnerabilidad, por ejemplo, los intentos sofisticados de phishing (mensajes sospechosos con vínculos maliciosos), la filtración inexplicable de informaciones propias o la adopción de medidas represivas por parte de Estados autoritarios; todas ellas deben llevar al periodista a preocuparse por sus dispositivos y a someterlos a un proceso de verificación.
Un equipo de tres expertos conforma el nuevo Digital Security Lab de RSF, cuya misión es examinar los dispositivos de los periodistas en busca de cualquier rastro de software de espionaje. Los hackers utilizan a menudo “cebos” que incitan a los periodistas a clicar en un link malicioso o a abrir un archivo adjunto infectado. Por tanto, la búsqueda de indicios o rastros digitales comienza por el análisis de mensajes sospechosos para determinar si esconden un software espía. A continuación, el equipo examina los programas instalados y comprueba si no existen otros rastros de datos que puedan dar indicios o pistas sobre programas o actividades ejecutadas con anterioridad.
El 18 de julio de 2021, las investigaciones realizadas por un consorcio internacional de medios revelaron que los teléfonos móviles de decenas de miles de políticos, activistas pro derechos humanos y periodistas habían sido presuntamente pirateados con el software espía Pegasus, desarrollado por la compañía israelí NSO Group. La lista de los números de teléfono infectados incluía a más de 200 periodistas. El 20 de julio de 2021, RSF y dos periodistas franco-marroquíes interpusieron una querella ante la Fiscalía de París para impulsar una investigación que arroje luz sobre este asunto.