Periodistas amenazadas, la marca de la infiltración del crimen organizado
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La periodista argentina Olga Wornat, quien en 2011 partió de México, donde residía, paga ostensiblemente el precio de su última obra: “Felipe el oscuro”, antes incluso de que el libro aparezca. Las amenazas de las que ha sido blanco y que denunció ante Reporteros sin Fronteras tuvieron lugar poco después de la publicación de extractos de su libro en la revista Playboy México. El director de esta revista, el mexicano-argentino Gabriel Bauducco, también fue “advertido” en el mismo periodo
(ver el video).
Poco antes, a inicios del mes de agosto, la periodista independiente Lydia Cacho, autora del libro “Esclavas del poder”, publicado en 2010 y que aborda la trata de mujeres y niños en América Latina, tuvo que optar por un exilio temporal.
“Tanto en un caso como en el otro, se trata de periodistas que padecen amenazas e intimidaciones por haber denunciado las actividades del crimen organizado y su infiltración en las altas esferas del poder político. Las revelaciones de Olga Wornat y de Lydia Cacho demuestran desde hace tiempo –si aún se requería– la necesidad de una profunda reforma del aparato judicial mexicano en nombre de la lucha contra la impunidad y la protección real de las personas. Pedimos que se elabore un verdadero plan de seguridad a favor de ambas mujeres y en concertación con ellas con vistas a su regreso al país”, declaró Reporteros sin Fronteras.
Olga Wornat recibió tres correos electrónicos con amenazas, los días 2, 8 y 11 de agosto pasado. El último decía: “ya ves como nadie te va a ayudar, ningún puto periodista es solidario contigo, quieres jugar con nosotros al publicar tu pinche artículo en Playboy”. En la última edición de la revista aparece un capítulo del libro de Olga Wornat dedicado al mandato presidencial de Felipe Calderón (2006-2012).
Este capítulo habla en particular de la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN, derecha), Rosa María de la Garza, y de su esposo Alejandro Orozco, pastores de la secta evangélica ultraconservadora “Casa sobre la Roca”. Según Olga Wornat, la pareja, que habría sido asesora espiritual del presidente Calderón, vive en una mansión incautada al narcotraficante Vicente Carrillo Leyva, hijo de Amado Carrillo Fuentes, alias “el Señor de los Cielos”, presunto jefe del cartel de Juárez, fallecido en 1996. Por otra parte, Rosa María de la Garza es presidenta de la Comisión Especial para la Lucha contra la Trata de Personas de la Cámara de Diputados. Una parte de la prensa del país la ha acusado en varias ocasionas de usar políticamente a individuos cuya causa era responsable de defender.
Aún movilizada en su combate contra la explotación de mujeres y de niños, Lydia Cacho confirmó a Reporteros sin Fronteras que se iba del país tras haber escuchado el 29 de julio pasado en su equipo de radiocomunicación de emergencia una voz masculina que le decía: “te vamos a mandar a casa en pedacito, pendeja”. La periodista nos aseguró que quiere regresar rápidamente a su país, subrayando que las autoridades mexicanas nunca aplicaron las medidas cautelares de las que debería gozar desde 2009 a petición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Lydia Cacho fue víctima de una detención abusiva en 2005 por orden del entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, después de que acusara a uno de sus allegados, el empresario José Kamel Nacif, en un caso de pedofilia a gran escala. El mismo año Olga Wornat fue objeto de arresto domiciliario por “perjuicio moral” contra Marta Sahagún, esposa del ex presidente Vicente Fox (2000-2006).
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20.01.2016