Reporteros sin Fronteras lamenta las manifestaciones sobre la prensa boliviana, efectuadas por el presidente Evo Morales en la víspera y al día siguiente de que cinco periodista fueran agredidos en Sucre (Sur). Mientras los medios de comunicación, de todas las tendencias, son víctimas de represalias, la organización hace un llamamiento a la concertación.
Reporteros sin Fronteras condena con firmeza la agresión de cinco periodista, ocurrida el 9 de noviembre de 2007, al margen de los trabajos de la Asamblea Constituyente de Sucre (Sur). Los ataques, sufridos tanto por profesionales de medios de comunicación públicos como privados, hacen que sean aun más dañinas las manifestaciones del presidente Evo Morales, quien acusó a “los medios” de oponerse sistemáticamente a su gobierno.
“Reporteros sin Fronteras ha escrito varias veces a Evo Morales, pidiéndole que se comprometa en un auténtico proceso de diálogo con la prensa y vigile para conseguir la calma en medio de un clima de fuertes tensiones políticas, del que los periodistas son rehenes. Las manifestaciones que efectuó la víspera y al día siguiente de la última agresión sufrida por cinco periodistas en Sucre, no hacen otra cosa que acentuar dicho clima. Estas declaraciones resultan tanto más sorprendentes porque toda la prensa - pública o privada, cercana al gobierno o de oposición - está siendo víctima de violencias y por que, en este caso concreto, la última en el tiempo la han llevado a cabo grupos radicales de oposición. La independencia de la prensa, y la seguridad de los periodistas, no deberían ser un asunto de ideología. Reporteros sin Fronteras reitera su llamamiento al diálogo y se manifiesta dispuesta a poner todo de su parte”, ha declarado la organización.
El 9 de noviembre cinco periodistas fueron tratados brutalmente en Sucre, capital constitucional del país donde tiene su sede la Asamblea Constituyente, sin mayoría absoluta, encargada de redactar una nueva Ley Fundamental por encargo directo del presidente Evo Morales. Gonzalo Rodríguez y su camarógrafo Damian Hidalgo, del canal privado ATB; Eduardo Coria, de la radio pública Patria Nueva; Pavel Alarcón, del sitio constituyente.bo y Johnnatan Condori, periodista de la red radiofónica educativa Aclo-Erbol, sufrieron el asalto de grupos de jóvenes en estado de ebriedad, después de que un funcionario municipal (cuya administración está en contra del gobierno de La Paz) les llamara “periodistas de medios de comunicación provincianos”. El incidente se produjo poco después de la agresión de parlamentarios del MAS (Movimiento hacia el Socialismo, partido del presidente Evo Morales).
A Eduardo Coria le propinaron patadas y puñetazos seis jóvenes, de los que se sospecha que pertenecen a Unión Juvenil Cruceñista, una organización radical autonomista de la provincia de San Cruz (Este). Otra banda de jóvenes atacó a Gonzalo Rodríguez y a su camarógrafo, intentando arrebatarles el material. Un poco más tarde, algunos colegas se encontraron bloqueados en el recinto del colegio Junín, donde están instalados los servicios administrativos de la Asamblea.
Dos días antes, al inaugurar una radio comunitaria en Potosí (Sur), Evo Morales se metió con los medios de comunicación que pertenecen a “un grupo opositor minoritario”, y con los periodistas “que tienen garantizado el puesto de trabajo”, por atacar a su gobierno. El presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Renán Estenssoro, ha confiado a Reporteros sin Fronteras que “nosotros, los periodistas bolivianos, no vendemos nuestra conciencia”. Según el mismo, “hace seis meses hablamos con el presidente Evo Morales. Piensa que todos los periodistas y los medios somos opositores à él. Nos mete a todos en la misma bolsa y eso no es justo”. El presidente de la APLP considera que, en estas condiciones, no es necesario solicitar un nuevo encuentro con el Jefe del Estado. Evo Morales reiteró sus acusaciones a la prensa boliviana el 10 de noviembre, en la clausura de la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile.