"Nos sentimos aliviados al conocer la puesta en libertad de la joven periodista, que además parece encontrarse bien de salud, dada la prueba por la que ha tenido que pasar. Sin embargo, no tenemos más remedio que hacer patente nuestra preocupación ante los recientes secuestros de profesionales de los medios de comunicación, que han tenido lugar en Afganistán. La situación de seguridad se degrada peligrosamente", ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Reporteros sin Fronteras manifiesta el enorme alivio que siente ante el anuncio de la puesta en libertad de Melissa Fung, periodista de la Canadian Broadcasting Corporation/Radio Canadá, secuestrada y retenida a la fuerza en Afganistán desde el 12 de octubre de 2008.
Por deseo expreso de la CBC/Radio Canadá, y para no comprometer las negociaciones para liberarla, la noticia de su secuestro no se hizo pública en su momento, excepto en Afganistán.
"Nos sentimos aliviados al conocer la puesta en libertad de la joven periodista, que además parece encontrarse bien de salud, dada la prueba por la que ha tenido que pasar. Sin embargo, no tenemos más remedio que hacer patente nuestra preocupación ante los recientes secuestros de profesionales de los medios de comunicación, que han tenido lugar en Afganistán. La situación de seguridad se degrada peligrosamente", ha declarado Reporteros sin Fronteras que, desde que se produjo el secuestro, ha estado en contacto con las autoridades canadienses y con la empresa.
El pasado 12 de octubre unos hombres armados secuestraron a Melissa Fung cuando se dirigía a un campo de refugiados en los linderos de Kabul. Después se la llevaron al Oeste del país. En un vídeo, difundido el 9 de noviembre por la Dirección de Seguridad Nacional, en cuyas manos se puso después de quedar en libertad a unos 50 kilómetros al sudoeste de Kabul, Melissa Fung (foto AFP) declara haber estado detenida en un hoyo cavado en el suelo, y encadenada la última semana de cautiverio, en la provincia de Wardak.
En un comunicado hecho público el sábado por la noche, la CBC/Radio Canadá hace saber que la joven "quedó en libertad hacia mediodía, hora de Toronto (21,30 horas hora afgana) y ahora se encuentra segura en la embajada canadiense de Kabul, donde se le van a efectuar reconocimientos médicos. Las primeras indicaciones son que se encuentra bien".
En cuanto al Primer Ministro canadiense, Stephen Harper, ha manifestado que no se ha pagado rescate alguno a los secuestradores.
Hay tres hombres detenidos. Según el portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad, Sayed Ansari, no se trata de los principales responsables. La agencia La Presse Canadienne ha indicado hoy que "según las primeros indicios, (sus) secuestradores serían criminales y no insurgentes talibanes".
El 1 de noviembre, también fue secuestrada Joanie de Rijke, periodista holandesa que trabaja en el semanario belga P-magazine. Los hechos se conocieron después de su liberación, el 7 de noviembre. Secuestrada en la región de Sarubi ( a 50 km. de Kabul), no lejos de la zona donde fallecieron diez soldados franceses en una emboscada, reivindicada por varios grupos armados en el pasado julio, la periodista intentaba entrevistar a sus responsables.