En libertad Dominique Makeli tras 14 años de cárcel

Según ha sabido Reporteros sin Fronteras, Dominique Makeli, antiguo periodista de la emisora pública Radio Ruanda, encarcelado desde 1994, salió en libertad el 13 de octubre de 2008 tras permanecer catorce años en la cárcel con una acusación imprecisa. “Su libertad es una excelente noticia y un gran alivio. Lo mismo que antes su compañera Tatiana Mukakibibi, Dominique Makeli ha pasado por una prueba increíblemente larga, durante la cual le ha resultado imposible defenderse, cuando incluso se le calumniaba. Hacemos votos para que ahora pueda vivir en paz, tras estos catorce años de alejamiento e injusticia”, ha declarado la organización. El 5 de octubre, Dominique Makeli, cronista de Radio Ruanda, fue declarado inocente por un tribunal popular gacaca del distrito de Nyarugenge (Kigali), y quedó en libertad el 13 de octubre, una vez que se hizo pública la sentencia. Dominique Makeli llevaba detenido en Ruanda desde el 18 de septiembre de 1994. Trasladado varias veces, últimamente estaba internado en la cárcel central de Kigali (PCK), llamada la “1930”. En octubre de 2001, el fiscal de la República aseguró a Reporteros sin Fronteras que Dominique Makeli estaba acusado de “incitar al genocidio en sus reportajes”. En mayo de 1994 cubrió una aparición de la Virgen en Kibeho (oeste de Butare) y contó lo que supuestamente había dicho: “El padre está en el cielo”. Según el fiscal, la población habría interpretado dicho mensaje como un apoyo de Dios al antiguo presidente Haryarimana y, por extensión, a la política de exterminio de los tutsis. Una versión que rechaza el acusado, lo mismo que muchos observadores del lugar. En el transcurso de varias misiones en Ruanda, Reporteros sin Fronteras se entrevistó varias veces con Dominique Makeli, en el lugar en que se encontraba detenido. El estado de salud de este periodista, muy piadoso y que siempre ha proclamado su inocencia, se iba degradando poco a poco en el transcurso de sus años de internamiento. En 2007 le trasladaron a Arusha, donde compareció como testigo ante el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), y posteriormente lo reenviaron a Ruanda.