Reporteros sin Fronteras condena las agresiones cometidas por las milicias regionales contra los medios de comunicación durante el referéndum autonomista en el Departamento de Beni, y pide a los partidos políticos de la oposición que se desmarquen públicamente de esos agresores.
Reporteros sin Fronteras condena las agresiones cometidas, el 1 de junio de 2008, con motivo del referéndum autonomista celebrado en el Departamento de Beni (Norte). Al menos dos medios de comunicación sufrieron las amenazas y el acoso de algunos grupos relacionados con la oposición al gobierno de La Paz, y especialmente de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), una milicia radical emanada del movimiento autonomista del Departamento de Santa Cruz.
“Las bandas armadas opuestas al gobierno de La Paz cada vez se comportan más como predadores de la libertad de información. Los recientes referendos autonomistas - en Santa Cruz, el pasado 4 de mayo, y en los departamento de Pando y Beni este 1 de junio - han contribuido un poco más a agravar un clima de tensión política, en el que la prensa es uno de los primeros objetivos. Aparte de un consenso al más alto nivel sobre las libertades fundamentales, y entre ellas la de informar, entre toda la clase política, pedimos a los partidos políticos de la oposición que se desmarquen públicamente de esas milicias regionales y contribuyan a los esfuerzos de justicia”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Los enfrentamientos entre partidarios y opositores del estatuto de autonomía, durante la consulta popular celebrada en Beni el 1 de junio de 2008, fueron acompañados de diversos obstáculos al trabajo de la prensa. En Trinidad, capital del Departamento, unos miembros de la UJC acosaban sistemáticamente a los enviados especiales del canal estatal Canal 7. Según René Martínez, periodista del medio público, le cortaron varias veces, a machetazos, los cables del vehículo de transmisión : “Eso se repitió el sábado y dos veces este domingo. Por la mañana y luego por la tarde interrumpieron nuestra transmisión, cuando estábamos con nuestro móvil en el populoso barrio Pompeya. Ya cuando recorríamos las escuelas para ver el recuento de votos, esos mismos jóvenes nos reconocieron y nos insultaron y amenazaron; le hicieron escapar a nuestro camarógrafo Edgar Quenallata, y yo me escapé en la motocicleta, para evitar mayores problemas”, ha dicho a Reporteros sin Fronteras. Por otra parte, en Riberalta, un grupo de defensores del estatuto autonomista persiguió a otro equipo de Canal 7, que se vio obligado a refugiarse en una vivienda particular.
Los medios de comunicación de las comunidades indígenas y campesinas, que habitualmente son el blanco de la violencia de carácter racista de las milicias opuestas al presidente Evo Morales, también sufrieron esa violencia en Beni, en la jornada del referéndum. El 2 de junio, Gumersindo Yumani, del canal Coordinadora Audiovisual Indígena en Nuevos Horizontes, fue amenazado por militantes de la Unión Juvenil Riberalteña, organización similar a la UJC, quienes momentáneamente le desposeyeron de su cámara y se la devolvieron una vez que hubieron borrado el contenido. Otros varios medios estatales, o considerados cercanos al gobierno, se vieron importunados a lo largo de todo el fin de semana, y entre ellos el canal internacional Telesur, Canal Universitario de Trinidad, Televisión Boliviana, Radio Patria Nueva, la Agencia Boliviana de Informaciones (ABI) y el Centro Especializado de Formación Cinematográfica (CEFREC).