El 16 de agosto, la policía secreta bielorrusa registró, en Minsk y Grodno (oeste del país), tres apartamentos de los supuestos creadores de unos dibujos animados satíricos (en formato Flash) publicados en el Net, pertenecientes al movimiento de oposición "Tercera Vía", y confiscó al menos doce ordenadores y material informático. Por otra parte, tres miembros del movimiento han sido interrogados por el KGB.
El 16 de agosto de 2005, la policía secreta bielorrusa registró, en Minsk y Grodno (oeste del país), tres apartamentos de los supuestos creadores de unos dibujos animados satíricos (en formato Flash) publicados en el Net, pertenecientes al movimiento de oposición "Tercera Vía", y confiscó al menos doce ordenadores y material informático. Por otra parte, tres miembros del movimiento han sido interrogados por el KGB.
"Estos intentos de intimidación son un ejemplo más de la política autoritaria que asola Bielorrusia. Cualquier broma, cualquier crítica del poder, se castiga con severidad. En los últimos años, tres periodistas han sido condenados a penas de cárcel, por "insultar al Presidente". No hay duda de que estos jóvenes internautas van a seguir la misma suerte", ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Pavel Morozov, uno de los supuestos responsables del sitio que ha difundido los dibujos animados (http://mult.3dway.org), de 26 años, ha asegurado que le interrogaron durante cinco horas, lo mismo que a sus dos colegas. Están acusados de insultar el honor del presidente Alexandre Lukachenko. El joven internauta ha recibido la orden de permanecer en Minsk.
Creado hace un año, el sitio de Internet publicaba dibujos animados satíricos de dos minutos, sobre los dirigentes de Bielorrusia, miembros de la oposición y también personas corrientes. Algunos de los dibujos animados tenían como personaje a Alexandre Lukachenko, y trataban temas tales como los fraudes electorales, el aislamiento del país, o el exhibido gusto del presidente bielorruso por el deporte. Los miembros de la "Tercera Vía" realizaban sus dibujos animados en sus casas, y se comunicaban entre ellos por e-mail.
De momento, los tres internautas interrogados por el KGB están considerados como testigos del caso, pero es probable que les inculpen próximamente. De ocurrir ésto, según el artículo 367 del código penal, podrían condenarles a hasta cinco años de cárcel.