Fessehaye Yohannes, paralítico de una mano y con dificultades para caminar desde hace varios años, habría sucumbido a las condiciones, extremadamente agotadoras, en que estaba internado desde que le detuvieron, en septiembre de 2001.
El poeta y dramaturgo Fessehaye Yohannes, apodado “Joshua”, periodista del semanario prohibido Setit, habría muerto mientras permanecía detenido el 11 de enero de 2007, según ha podido saber Reporteros sin Fronteras de fuentes eritreas fiables, de Asmara y el extranjero.
“La muerte de Fessehaye Yohannes supondría una odiosa tragedia, que resulta aun más insoportable por la complacencia de los gobiernos europeos con Eritrea. A este Estado no se le puede considerar como a cualquier otro, porque es responsable de la desaparición y el encarcelamiento de sus mejores ciudadanos. Ahora hay que plantearle exigencias firmes. Que el gobierno eritreo nos demuestre que Joshua no ha muerto o, que por lo menos, restituya el cuerpo a su mujer y sus dos hijos. Que nos demuestre que los periodistas Medhanie Haile, Said Abdulkader y Yusuf Mohamed Alí siguen vivos, en contra de las informaciones que llegan. Que nos diga donde están encarcelados en secreto los periodistas y que rinda cuentas de los crímenes que viene cometiendo, con total impunidad, desde 2001”, ha declarado la organización.
Fessehaye Yohannes, paralítico de una mano y con dificultades para caminar desde hace varios años, habría sucumbido a las condiciones, extremadamente agotadoras, en que estaba internado desde que le detuvieron, en septiembre de 2001. Después de varias estancias en los hospitales Halibet y Sembel de Asmara, fue devuelto al centro de detención de Eiraeiro, en la desértica provincia del Mar Rojo septentrional. Según las informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, estaba internado en la celda número 18 de ese campo penitenciario, en el que hay detenidos al menos otros 62 presos políticos, en completo aislamiento y en condiciones inhumanas, bajo la vigilancia de un centenar de soldados de la 32 división.
De la comisaría al presidio
Fessehaye Yohannes se entregó a la policía en la semana del 18 al 23 de septiembre de 2001, después de que detuvieran arbitrariamente a una decena de sus compañeros y a muchos opositores, y de que las autoridades “suspendieran” la prensa privada. En abril de 2002, tras iniciar una huelga de hambre para exigir comparecer ante la justicia, diez periodistas fueron trasladados a lugares de detención desconocidos.
Con las manos permanentemente encadenadas, todos los internos de Eiraeiro se alimentan diariamente de pedazos de pan, lentejas y espinacas o patatas. Les cortan la barba y el pelo una vez al mes. Solo disponen de dos sábanas y duermen incluso en el suelo. Está totalmente excluido que puedan tener cualquier contacto con otros presos, o con sus guardianes. Sobre la base de informaciones procedentes de fuentes fiables, Reporteros sin Fronteras ya dijo, en noviembre de 2006, que Said Albulkader, redactor jefe y cofundador del semanario Admas, Medhanie Haile, redactor jefe adjunto y cofundador del semanario Keste Debena, y Yusuf Mohamed Alí, redactor jefe del semanario Tsigenay, estarían entre los nueve presos que encontraron la muerte en ese centro de detención, en 2005 y 2006. El presidio de Eiraeiro está dirigido por el teniente-coronel Isaac Araia, apodado “Wedi Hakim”, antiguo comandante de la 2ª brigada de la 29 división. Sucedió en el puesto al mayor general Gerezghiher Andemaríam “Wuchu”.
Antes de ser trasladado a Eiraeiro, Fessehaye Yohannes estuvo detenido en la comisará de policía número 1 de Asmara, y después, en abril de 2002, le trasladaron a la penitenciaría subterránea de Dongolo, tras haber iniciado una huelga de hambre para exigir que le juzgaran. “Dongolo es una cárcel que tiene celdas de 1,5 metros de ancho por 2,5 metros de alto”, contó a Reporteros sin Fronteras un antiguo preso, que estuvo detenido al mismo tiempo que Fessehaye Yohannes. “Hay una bombilla encendida las 24 horas del día. Los pies de los presos están encadenados a la pared. Tienen las muñecas esposadas. No hay palabras para describir los daños que esas condiciones causan en el estado de salud de los presos, dada la cantidad de insectos que revolotean alrededor de la bombilla colgada del techo”. Según la misma fuente, Fessehaye Yohannes, debilitado ya por la huelga de hambre, fue duramente interrogado por los coroneles Gaim Tesfemichael y Simon Ghebregindil. Le arrancaron las uñas.
Nacido el 19 de septiembre de 1958, Fessehaye Yohannes estaba casado y tenía dos hijos, que ahora cuentan cinco y seis años. Veterano de la guerra de independencia contra Etiopía, este intelectual apodado “Joshua” era una figura de la vida política y mediática de Eritrea. Mientras animaba una compañía de danza y teatro, al tiempo que llevaba su carrera de poeta y dramaturgo, contribuyó a fundar Setit, el semanario más leído del país antes de black-out de septiembre de 2001.
Favores europeos y Legión de Honor
Tras haber sido objeto de fuertes críticas de la comunidad internacional, parece que puede volverse a frecuentar Eritrea, dado su implicación en varias crisis regionales, entre otras en Somalia. Particularmente Francia juega un papel importante en la normalización de las relaciones del país con la Unión Europea. Por otra parte, el 23 de septiembre de 2006, Brigitte Girardin, Ministra francesa delegada para la Cooperación, el Desarrollo y la Francofonía, efectuó una visita oficial a Eritrea, “la primera visita de un ministro desde la independencia”, según el Quai d'Orsay. No se hizo ninguna mención pública de los presos. En diciembre de 2006, Hanna Simon, ex Embajadora de Eritrea en Francia, fue condecorada con la Orden de los Caballeros de la Legión de Honor, en el transcurso de una ceremonia organizada por la Embajada de Francia en Asmara. El Ministerio de Asuntos Exteriores francés explicó a Reporteros sin Fronteras que se trataba, entre otras cosas, de premiar “su compromiso con la causa de las mujeres”. El 1 de febrero de 2007, Louis Michel, Comisario Europeo de Desarrollo, efectuó una visita oficial a Eritrea, sin referirse públicamente a la cuestión de los presos.
Italia, antigua potencia colonial del Cuerno de Africa, también mantiene relaciones preferentes con el gobierno eritreo. El 4 de diciembre de 2006, el Presidente del Consejo italiano, Romano Prodi, recibió al presidente Isaías Afeworki, en visita privada en Italia. Por su parte, el anterior presidente del Consejo, Silvio Berlusconi, invitó varias veces al presidente eritreo a pasar unos días de vacaciones, en su villa de Cerdeña.