El Departamento de Justicia pide a un periodista que revele sus fuentes, pero al mismo tiempo protege a otro supuesto informante
Organización:
James Risen, del periódico The New York Times, recibió el 23 de mayo de 2011 una citación que le ordena comparecer el próximo 12 de septiembre en el juicio de Jeffrey Sterling. Este ex agente de la CIA es acusado de haber filtrado información confidencial a varios periodistas, entre ellos James Risen, para quien se trata de la cuarta comparecencia ante la justicia en circunstancias similares. En el documento que recibió el periodista, el Departamento de Justicia considera a James Risen como testigo y le pide revelar su información y sus fuentes ante el jurado. En caso de que se niegue, corre el riesgo de una pena de prisión por “desacato a la Corte”.
“Una orden como esta representa una grave amenaza para la libertad de prensa y la protección de las fuentes. Asimismo, concierne a todo el gremio, no sólo a James Risen. Ninguna fuente aceptará revelar información a la prensa sabiendo que no está protegida. Reporteros sin Fronteras pugna desde hace tiempo por una “ley escudo” federal en la materia. 36 Estados de la Unión y el Distrito de Columbia cuentan actualmente con una legislación propia que garantiza a los periodistas, en diversos grados, la protección de sus fuentes. Una legislación federal similar debe ser adoptada en nombre de la libertad de informar, contemplada en la Constitución de los Estados Unidos de América”, declaró la organización.
Este caso se vuelve aún más absurdo si se considera el importante resurgimiento de otro caso relacionado con las fuentes, registrado el mismo día en que James Risen recibió la citación. Thomas M. Tamm, un ex empleado del Departamento de Justicia, declaró a Newsweek ser una de las fuentes informativas de un artículo que revelaba que el ex presidente George W. Bush ordenó a la Agencia de Seguridad Nacional (National Security Agency, NSA por sus siglas en inglés) la escucha telefónica y la vigilancia informática de los ciudadanos, fuera de todo marco legal. Estas maniobras de espionaje a gran escala fueron reveladas por The New York Times en 2005, en notas firmadas por James Risen y Eric Lichtblau, pese a las grandes presiones que la Casa Blanca ejerció sobre la redacción en ese entonces. Ahora, el Departamento de Justicia acaba de dar a conocer que su ex empleado no será enjuiciado.
“La administración federal demuestra una total incoherencia. No puede a la vez exigir que un periodista traicione a sus fuentes y renunciar a toda acción judicial contra uno de sus empleados que asegura haber filtrado el mismo tipo de información a los medios de comunicación que el ex funcionario de la CIA Jeffrey Sterling. El Secretario de Justicia, Eric H. Holder, debe dar explicaciones públicamente sobre este punto. Le pedimos, en estas condiciones, que anule cuanto antes la citación enviada a James Risen”, agregó Reporteros sin Fronteras.
WikiLeaks, aún en la mira
Este nuevo atentado contra el secreto profesional adquiere un eco particular desde la difusión en línea de los cables del Departamento de Estado realizada por WikiLeaks y la detención de su presunta fuente, Bradley Manning. Durante una teleconferencia organizada este 25 de mayo por el comité de apoyo al joven soldado, Daniel Ellsberg confió a Reporteros sin Fronteras: “Tengo la impresión de que los periodistas en general no se dan cuenta de hasta qué punto sus intereses, como periodistas y representantes del cuarto poder, se ven amenazados por este tipo de procesos”. Es esta misma ocasión Julian Assange, fundador de WikiLeaks, dio a conocer a Reporteros sin Fronteras que en 2010 debió anular su participación en una rueda de prensa que se llevaría a cabo en Las Vegas, en la que también estarían presentes James Risen y Valerie Plame, ex funcionario de la CIA. “Tuve que cancelarla, pues los servicios de inteligencia investigaban nuestros nexos con Bradley Manning. James Risen también anuló su participación por razones similares. Comprobamos desde entonces que la administración de Obama ampliaba de manera abusiva la aplicación de la ley de espionaje (“Espionage Act “) de 1917”. Reiterando su apoyo al sitio WikiLeaks, Reporteros sin Fronteras pide que se esclarezcan los cargos presentados contra Bradley Manning. El joven soldado es sospechoso de haber filtrado a WikiLeaks el famoso video filmado en Bagdad en julio de 2007, que muestra al ejército estadounidense tomando como blanco a un equipo de Reuters y disparándole desde un helicóptero.
Este nuevo atentado contra el secreto profesional adquiere un eco particular desde la difusión en línea de los cables del Departamento de Estado realizada por WikiLeaks y la detención de su presunta fuente, Bradley Manning. Durante una teleconferencia organizada este 25 de mayo por el comité de apoyo al joven soldado, Daniel Ellsberg confió a Reporteros sin Fronteras: “Tengo la impresión de que los periodistas en general no se dan cuenta de hasta qué punto sus intereses, como periodistas y representantes del cuarto poder, se ven amenazados por este tipo de procesos”. Es esta misma ocasión Julian Assange, fundador de WikiLeaks, dio a conocer a Reporteros sin Fronteras que en 2010 debió anular su participación en una rueda de prensa que se llevaría a cabo en Las Vegas, en la que también estarían presentes James Risen y Valerie Plame, ex funcionario de la CIA. “Tuve que cancelarla, pues los servicios de inteligencia investigaban nuestros nexos con Bradley Manning. James Risen también anuló su participación por razones similares. Comprobamos desde entonces que la administración de Obama ampliaba de manera abusiva la aplicación de la ley de espionaje (“Espionage Act “) de 1917”. Reiterando su apoyo al sitio WikiLeaks, Reporteros sin Fronteras pide que se esclarezcan los cargos presentados contra Bradley Manning. El joven soldado es sospechoso de haber filtrado a WikiLeaks el famoso video filmado en Bagdad en julio de 2007, que muestra al ejército estadounidense tomando como blanco a un equipo de Reuters y disparándole desde un helicóptero.
Publié le
Updated on
20.01.2016