El 13 de junio de 2002 era trasladado a la base norteamericana de Guantánamo Sami Al-Haj, camarógrafo sudanés de Al-Jazira acusado por Estados Unidos de “terrorismo”. Cinco años más tarde al periodista no le han inculpado de la menor cosa. Reporteros sin Fronteras, que el pasado mes de marzo se entrevistó con su familia en Jartum, milita por su libertad.
El 13 de junio de 2007 el camarógrafo sudanés Sami Al-Haj cumplirá cinco años de detención, sin cargos ni proceso, en la base militar norteamericana de Guantánamo (Cuba). Reporteros sin Fronteras, que el pasado 19 de marzo se entrevistó con la familia del periodista en Sudán (cf. comunicado del 28 de marzo de 2007, que incluye un vídeo de la entrevista), recuerda que se trata de una detención inconstitucional y contraria al derecho internacional. Una vez más, la organización aboga por el cierre del campo de Guantánamo, que representa uno de los mayores escándalos jurídicos y humanitarios de los últimos años.
“¿Cómo se atreve el gobierno de Estados Unidos a dar lecciones de derechos humanos a otros países cuando él mismo no los respeta, y se burla de sus propios principios constitucionales? Por dos veces, la Corte Suprema ha declarado inconstitucional la detención de presuntos “enemigos combatientes” en Guantánamo. El pasado 7 de junio, el Comité Judicial del Senado se pronunció a favor de una “restauración” del Habeas Corpus, aplicable a estos presos, lo que implica que deben comparecer ante jurisdicciones civiles, y no militares. Finalmente, el 11 de junio, una corte federal de apelación, al pronunciarse sobre el caso de un detenido en Carolina del Sur, recordó que el Presidente no tiene poder para ordenar al ejército arrestarle, y mantenerle detenido indefinidamente. Las leyes y la jurisprudencia imponen la liberación de Sami Al-Haj”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Sami Al-Haj, ayudante de cámara del canal qatarí Al-Jazira y padre de un niño, fue detenido por las fuerzas de seguridad paquistaníes, en diciembre de 2001, en la frontera de Afganistán con Pakistán. Acusado sin la menor prueba de estar a sueldo de Al-Qaeda cuando efectuaba su trabajo, el periodista fue entregado 7 de junio de 2002 al ejército norteamericano, que el 13 de junio siguiente le trasladó a Guantánamo. Desde entonces no se le ha inculpado de la menor cosa.
Malos tratos, sevicias y privación de contacto con su familia han conformado la cotidianidad de Sami Al-Haj durante cinco años. Según las últimas noticias, facilitadas por su abogado Clive Stafford-Smith - también amenazado en su momento por las autoridades del campo -, el periodista ha intentado hacer valer sus derechos y en enero pasado llevó a cabo una huelga de hambre (cf. comunicado del 6 de marzo de 2007). Como represalia, sus carceleros le alimentaron a la fuerza.
La Corte Suprema, al que recurrieron los abogados de 380 prisioneros del campo, ya ha establecido, por dos veces, el carácter inconstitucional de su detención, así como el de los tribunales militares encargados de juzgarles. En estos días tiene que debatirse y votarse en el Congreso un proyecto de ley garantizando la aplicación de los derechos constitucionales a los presuntos “enemigos combatientes” de Guantánamo, avalado por el Comité Judicial del Senado el 7 de junio de 2007. A pesar de estos progresos, el gobierno federal sigue pretendiendo que las leyes de Estados Unidos no conciernen a las personas encarceladas fuera del suelo norteamericano, lo que es el caso de la base de Guantánamo.
Hace más de 16 años, Reporteros sin Fronteras creaba el “apadrinamiento” y llamaba a los medios de comunicación internacionales a apoyar a un periodista encarcelado. Más de 200 redacciones de todo el mundo apoyan así a un colega, pidiendo frecuentemente su libertad a las autoridades concernidas y mediatizando su situación para que el caso no caiga en el olvido.
Sami Al-Haj está apoyado por algunos medios españoles: La Sexta, IPS-Comunica, La Voz del Occidente, Colexio de Xornalistas de Galicia; y canadienses: Corriere Canadese, Atlas media, Magazine de Saint-Lambert, Mouton Noir, CIBL y Radio Canada Sudbury.