Caso de Anna Politkovskaya: una cascada de irregularidades revela las lagunas de la investigación y priva al dossier de trascendencia
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Mientras que en los próximos días se espera que llegue la sentencia, y tras la enésima suspensión de una vista, en el tribunal militar de Moscú se ha reanudado el juicio de los cuatro presuntos responsables del asesinato de Anna Politkovskaya. El proceso judicial, salpicado por una cascada de irregularidades, pone de manifiesto las lagunas de la investigación y hace inevitable una pregunta: ¿por qué se envió tan pronto el caso a la justicia?
“El juicio que se celebra desde hace más de dos meses presenta anomalías muy importantes. Los repetidos cierres al público, los frecuentes aplazamientos de las vistas y la falta de pruebas contra los presuntos asesinos de Anna Politkovskaya hacen que carezca de toda trascendencia”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“Tenemos derecho a preguntarnos por qué motivo se ha llevado el caso ante un tribunal, en el estado en que se encuentra. Pero hay una cosa cierta: cuando finalice el juicio el caso no podrá considerarse cerrado”, ha proseguido la organización de defensa de la libertad de prensa.
El 3 de febrero de 2009, y tras una suspensión de una decena de días, se han reanudado las vistas en el tribunal militar de Moscú, que preside el juez Evgueni Zubov, después de que el 2 de febrero se produjera un último aplazamiento, motivado por la ausencia de uno de los jurados.
La última de las irregularidades ha sido que el tribunal ha recibido nuevas pruebas telefónicas de los tres acusados, los hermanos Djabrail e Ibraguim Makhmudov y Serguei Khadijkurbanov, como respuesta a la solicitud presentada el pasado 20 de enero por el abogado de uno de los acusados, Murad Mussaiev, quien manifestó sus dudas en cuanto a la autenticidad de los primeros documentos presentados, a causa de las incoherencias que presentaban. En los datos detallados de las conversaciones telefónicas de ambos hermanos aparecen dos llamadas “fantasmas”, efectuadas por un hermano pero que nunca recibió el otro. Sin embargo, el 2 de febrero llegó la sorpresa con los nuevos documentos aportados por la compañía Megafon, que indican el mismo número de llamadas, seis, en ambas cuentas. Murad Mussaiev ha manifestado su escepticismo y ha dicho que está seguro de que si aparece otra incoherencia la compañía facilitará una nueva versión “corregida” de los datos. Para Anna Stavitskaya, una de las abogadas de la familia Politkovskaya, el caso no debió enviarse a la justicia en el estado en que se encuentra, sobre todo porque la ley permite continuar la investigación hasta febrero de 2009.
Estos giros no son los primeros que se producen. El 12 de enero de 2009 los jueces presentaron el detalle de las comunicaciones telefónicas efectuadas y recibidas por Anna Politkovskaya el día de su muerte. El documento, enviado por el FSB (ex KGB) a petición de los jueces, detalla las llamadas hasta las 14,46 horas. Pero aquel 7 de octubre de 2006 la periodista llamó a su madre a las 15,00 horas. Como la acusación está intentando establecer una relación entre el último itinerario efectuado por la periodista, sus llamadas telefónicas y su asesinato, este aspecto del proceso resulta esencial. Lo mismo que el papel jugado por el FSB en la entrega de dichos datos. Pero la compañía de telecomunicaciones que tenía a la periodista como cliente dijo que no disponía de esos datos, o que no se habían podido conservar. “Pudiera ser que, de esos datos, obtuviéramos una información importante que el FSB no quiere que se divulgue”, dijo entonces la letrada Karina Moskalenko, otra de las representantes de las partes civiles, a Reporteros sin Fronteras. El 19 de enero, tras una nueva solicitud, el tribunal recibió finalmente el documento.
Otra zona de sombras que persiste es la de la ausencia de un testigo clave, un antiguo miembro de los servicios penitenciarios que se llamaría Platonov, y que manifestó a los investigadores haber visto, los días 4 y 5 de octubre de 2006, un coche gris metalizado con una mujer al volante, y un hombre detrás. Al parecer habría asegurado que reconoció a Ibraguim Makhmudov, quien habría seguido a la periodista a un supermercado poco antes de que la asesinaran. Este testigo clave no se presentó a declarar el 11 de enero. Aunque ya le han interrogado, y han tomado sus datos, ahora no se le encuentra. La dirección que figura en el dossier está incompleta y su número de teléfono no responde.
En cuanto a los principales acusados en el juicio, Djabrail e Ibraguim Makhmudov, han sido incapaces de responder a las preguntas más elementales. Dicen que no recuerdan el lugar en que se encontraban, ni lo que hicieron el día del asesinato.
En la vista del 3 de febrero la acusación ha presentado los complementos a su información. Ha declarado el redactor jefe de Novaya Gazeta, precisando que Anna Politkovskaya era particularmente crítica con las autoridades chechenias. Dmitri Muratov ha recordado que Lom-Alí Gaitukayev, tío de los hermanos Makhmudov, tenía relaciones con ellos y con dos ex sospechosos: Pavel Riaguzov y Chamil Burayev. En cuanto a la defensa ha presentado pruebas de que el arma con que abatieron a la periodista procedía de Daguestán, y que ya han detenido y condenado al revendedor. El letrado Murad Mussayev ha dicho que está dispuesto a facilitar una copia de la sentencia cuando le toque a la defensa presentar las pruebas complementarias.
La próxima vista ha quedado fijada para el 4 de febrero.
Recordatorio de los hechos
El juicio del caso Politovskaya comenzó el 17 de noviembre de 2008. Dos días después continuó a puerta cerrada. En tres ocasiones, en menos de dos meses, el juicio se ha cerrado al público y a la prensa. Los retrasos de las vistas han ido puntuando un juicio que se ha reanudado el 3 de febrero. El juez Evgueni Zubov ha dicho que quedan cuatro o cinco días de trabajo antes de dictar sentencia. En las vistas pueden presentarse complementos informativos, y entre ellos nuevas pruebas o testimonios.
Anna Politkovskaya era reportera del bisemanario independiente Novaya Gazeta. Fue asesinada, en el hall de su inmueble en Moscú, el 7 de octubre de 2006.
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20.01.2016