Bielorrusia: multitud de periodistas detenidos y medios extranjeros despojados de acreditación

En vísperas a la gran manifestación el 30 de agosto para convocar nuevas elecciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores retiró las acreditaciones de prensa a 19 periodistas que trabajaban para medios de comunicación extranjeros, incluidos la agencia France-Presse, Associated Press, Reuters, BBC, la emisora pública alemana ARD y Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE / RL), con sede en Praga.

Dos días antes, la policía de Minsk detuvo a 50 periodistas en pocas horas durante en la tarde del 27 de agosto. La primera ola de arrestos se produjo sobre las 18 horas en la plaza Svoboda, donde los periodistas se habían reunido antes de una manifestación. Alrededor de 20 fueron detenidos y llevados a una comisaría de policía. En menos de dos horas, otros 10 periodistas de la Plaza de la Independencia fueron obligados a subir a un autobús y apagar sus teléfonos.

La periodista de BelaPan Tatsiana Karavenkova tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital tras sufrir una crisis hipertensiva en comisaría. Al menos cinco periodistas que trabajaban para el canal bielorruso en el exilio Belsat, con sede en Varsovia, fueron detenidos. Entre ellos se encuentra Maksim Harchanok, que permaneció retenido toda la noche. En la ciudad suroccidental de Brest, Stanislau Korshunum, periodista del medio de comunicación independiente Tut.by, fue arrestado mientras redactaba una información sobre una petición para destituir a un parlamentario.

Los medios de comunicación extranjeros no se salvan. En Minsk, la embajadora sueca, Christina Johannesson, fue personalmente a la comisaría del distrito de Oktyabrskiy para preguntar por Paul Hansen, periodista sueco que ganó el premio World Press Photo of the Year en 2012. Hansen fue puesto en libertad, pero ha tenido que salir de Bielorrusia y ahora se le prohíbe regresar durante los próximos cinco años.

Entre los detenidos se encontraban también varios periodistas que trabajaban para la BBC, Radio Svaboda y el servicio en bielorruso de RFE/RL, así como el periodista de France-Presse Sergei Gapon y dos miembros del equipo del canal de televisión alemán ZDF, el productor Yuri Rylov y el cámara Sergei Tkachenko.

La mayoría de los periodistas detenidos fueron puestos en libertad cuando se revisó su documentación, pero a muchos de ellos se les confiscó su material.

Aquellos que se negaron a entregar sus cámaras o teléfonos fueron retenidos. Entre ellos se encontraban Katsiaryna Andreyeva y Maksim Harchanok de Belsat, el fotógrafo Aliaksandr Vasiukovich y Andrei Yarashevich, de Nastoyashee Vremia, una emisora de televisión en ruso operada conjuntamente por RFE/RL y Voice of America. Después de que un tribunal aplazara el examen de sus casos, fueron finalmente puestos en libertad la tarde del 28 de agosto.

Otros 11 periodistas fueron detenidos los días 29 y 30 de agosto, pero la mayoría fueron puestos en libertad rápidamente.

"Impedir que los medios de comunicación extranjeros trabajen e intimidar a los periodistas mediante detenciones arbitrarias y generalizadas no resolverá la crisis política actual", denuncia Jeanne Cavelier, jefa del departamento de RSF para Europa Oriental y Asia Central. "Hacemos un llamamiento a las autoridades bielorrusas, que intentan crear un vacío de información, para que detengan los procedimientos judiciales contra los periodistas, devuelvan inmediatamente todo el material confiscado y respeten el artículo 198 del código penal, que sanciona la obstrucción del trabajo de los periodistas".

Tras solo una semana de respiro, las detenciones se reanudaron los días 21 y 22 de agosto con la detención de dos periodistas que cubrían las protestas y la deportación de dos reporteros del servicio ruso de RFE/RL.

Gobernada desde 1994 por el presidente Alexander Lukashenko, reelegido en la primera vuelta cada cinco años, Bielorrusia ocupa el puesto 153 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF.